El edificio de la iglesia Santiago Apóstol es un lugar lleno de historia, además de religión. Pocos saben que su fundación ocurrió poco antes de la fundación formal de la Villa de la Monclova. Es decir, sin existir aún Monclova ya tenía iglesia, desde ese hecho radica su importancia y preservación.
Esto también representa lo difícil que era en aquellas épocas el establecer la fundación de un lugar, más cuando la amenaza constante de los indios ponía en riesgo todo intento, por lo cual durante todo el año de 1688, en los hechos, la villa de Santiago de la Monclova era ya una verdadera comunidad, como se asienta en su primer libro de bautismos, luego de aquellos tiempos se realizó la fundación formal hecha por don Alonso de León González, el 12 de agosto de 1689.
Iglesia Santiago Apóstol: testigo de la vasta historia de Monclova y el Estado de Coahuila.
En ese año se le concedió oficialmente el terreno que abarcaría la iglesia y que hasta hoy en día permanece. Era un enorme solar de la parte norte de la plaza. Donde seguramente ya estaba establecido un gran jacalón que hacía e hizo por mucho tiempo las veces de parroquia. En todo momento debemos establecer nuestra imaginación en el año de 1689, es decir, todo lo aquí relatado ocurrió hace más de 300 años.
Por lo tanto, la vida como la conocemos, no existía. Monclova era un montón de lotes y terrenos que estaban siendo repartidos aún con el temor de una posible invasión por parte de rebeldes, nada estaba aún seguro, más allá de la fe.
No fue sino hasta el año 1753 con la llegada a Monclova del joven párroco José Miguel Sánchez Navarro, que se inició el largo proceso de construcción de la nueva parroquia, ya con la idea de un edificio que no se concluyó hasta 1810.
En el plano más antiguo de Monclova realizado en 1767 podemos observar los cimientos de la nueva iglesia y en su interior otra de menores proporciones, que es la que se edificó desde un año antes de la fundación en 1688. Esta parroquia fue bendecida y consagrada el 25 de julio de 1796 por el Obispo don Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés.
El valor de la arquitectura de la iglesia Santiago Apóstol es impactante para la época de su construcción. Con la colonización de los españoles y el establecimiento de esta nueva religión, todo cuanto tenían en Europa fue traído también a nuestras tierras. A ellos se les debe la belleza arquitectónica, porque los nativos no concebían la imagen de una, ya que nunca la habían visto.
Al principiar el siglo XIX la obra material estaba casi concluida pero faltaba por cerrar algunas bóvedas, por lo que el obispo de Monterrey ordenó al arquitecto francés Jean Crouset que realizara los planos y procediera a cerrar dichas bóvedas.
El edificio histórico ha sido testigo de toda expresión social de la villa y ciudad de Monclova; tuvo lugar en su interior la jura de constituciones; en ellas se realizaron los suntuosos funerales del canónigo José Miguel Sánchez Navarro en abril de 1821 y ahí mismo se juró en junio del mismo año, la Independencia nacional; ahí tuvieron verificativo durante décadas los Te Deum con que las autoridades y los vecinos celebraban acontecimientos relevantes.
A finales de la década de 1940 se terminó la edificación de dos cuerpos más a la torre principal, modificando la fachada, que permaneció así por tres décadas, hasta que se restauró buscando darle su apariencia original.
Agradecimiento especial al Archivo Histórico Municipal y al cronista Arnoldo Bermea por la información proporcionada.
