Uno de los tenistas más importantes en la historia, se retira profesionalmente, posterior a irse eliminado junto con su compañero Daniel Evans ante los estadunidenses Taylor Fritz y Tommy Paul, donde cayeron en los cuartos de final por 6-2 y 6-4, en los Juegos de París 2024.
Una reciente operación en la espalda no permitió que el británico se retirara en la modalidad de singles, algo que también mermó su posibilidad de ´decir adiós´ en los individuales de Wimbledon.
La elección de Andy Murray para colgar la raqueta en París 2024, es un claro tributo a la historia que forjó en la escena olímpica, en la que bajo la mirada de su gente consiguió ganar la medalla de oro en Londres 2012, en Rio 2016 donde lejos de casa ascendió en el trono de los Juegos vernaniegos, tras replicar lo hecho cuatro años antes, y convertirse en campeón por dos veces consecutivas en la disciplina.
En los anales recientes del tenis, tres nombres resplandecen como los titanes indiscutibles, lo que muchos llaman el "Big Three". Sin embargo, la historia del deporte nos revela que, en realidad, siempre existió un "Big Four". Andy Murray, Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic no solo marcaron una era; sino que elevaron la calidad del tenis. Estos cuatro prodigios, cada uno con su estilo único, se erigieron por encima de sus contemporáneos, dominaron las canchas y dejaron una huella indeleble en la historia del deporte blanco. Juntos, redefinieron lo que significa la grandeza de este deporte, con lo que impusieron un estándar que pocos podrán alcanzar.
Con una profunda tristeza, la raqueta, la red y la pelota hoy lloran en silencio, pues uno de los grandes ha dejado la pista. Se despide el oriundo de Glasgow, Andy Murray, el tenista británico más importante que ha conocido la historia. Su legado es tan vasto como sus triunfos: tres títulos de Grand Slam, una Copa Davis, dos medallas olímpicas, y el honor de haber sido, en su momento, el número uno del mundo.
En un vibrante mar de aplausos y una ovación que resonaba con la intensidad de un tributo eterno, se celebró la despedida de Andy Murray. El público, de pie, rindió tributo a una carrera que quedará grabada en la memoria del deporte. Fue el escenario perfecto para la despedida de un gigante, cuya última batalla terminó en derrota, pero en la que su corona nunca titubeó. Como un monarca, su legado permanece intacto, inscrito con letras doradas en los anales de la historia deportiva. Aunque el marcador no le favoreció en su adiós, su grandeza sigue intacta, reflejada en cada aplauso, en cada mirada de admiración, en el respeto eterno de quienes fueron testigos de su importancia en el mundo del Tenis.