La distribución de la peligrosa y adictiva droga conocida como ‘cristal’ ha llegado hasta los pueblos más pequeños, causando que los habitantes sufran alucinaciones que han movilizado a las autoridades y puesto sus vidas en riesgo.
Luis Ramos Álvarez, habitante del municipio de Juárez, realizó la tarde del lunes más de 20 llamadas a la central del Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando (C4), en las que pedía ayuda, indicando que un convoy de civiles armados había masacrado a su familia.
Lo anterior desató un fuerte despliegue policiaco en dicho poblado, mismo que se extendió hasta el municipio de Progreso y sobre la carretera federal número 57, pues las autoridades buscaban con insistencia a los supuestos criminales así como a la víctima y autor del reporte. No fue hasta que las autoridades rastrearon el celular de Ramos Álvarez, cuando lograron encontrarlo. Deambulaba con la mirada perdida, desorientado, cerca de la Presa San Martín, por lo que se encargaron de asegurarlo.
Al interrogarlo, Luis confesó a los oficiales haberse drogado por primera vez con “cristal”, lo que lo hizo perder la cordura y la conciencia, exponiéndose a perderse entre el monte y movilizar a las autoridades.
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Aun así, los uniformados llevaron a Luis hasta su vivienda y tras confirmar que los integrantes de su familia estaban sanos y salvos, determinaron que efectivamente todo había sido parte de una alucinación que tuvo como efecto por parte de tan peligrosa, famosa y más consumida droga.