MONCLOVA, COAH.– Lo que empezó como una noche de béisbol terminó con un home run directo al camellón para un joven estudiante de la UANE, quien decidió mezclar alcohol, velocidad y grava suelta, como si se tratara de una receta para el desastre. Y vaya que lo fue.
Los hechos ocurrieron cerca de la medianoche en el cruce del bulevar Ejército Mexicano con la calle Guanajuato, justo a la altura de la colonia San Francisco.
Raúl de Hoyos Flores, de 21 años, acababa de salir del Estadio Monclova luego de disfrutar un partido, aunque todo indica que lo que más disfrutó fue el contenido etílico en su sistema.
Conduciendo su Nissan Sentra gris como si estuviera escapando de las bases enemigas, el joven circulaba sobre la calle Guanajuato cuando al llegar al cruce con Ejército Mexicano —y encontrarse con un poco de grava suelta en el pavimento— el vehículo se deslizó como patinador novato en hielo.
Perdió el control, subió al camellón central, derribó un señalamiento de alto (el único que parecía tener intención de detenerlo esa noche) y terminó su trayectoria invadiendo los carriles con sentido al poniente. Afortunadamente, nadie más resultó herido... excepto, claro, el pobre Sentra, que quedó con la carrocería bastante golpeada, pero no tanto como el orgullo de su dueño.
Paramédicos de GRUM arribaron al lugar y atendieron a Raúl, quien no requirió traslado hospitalario, pero sí un pase directo a las celdas de Seguridad Pública, donde pasó el resto de la noche reflexionando —o durmiendo la mona— sobre lo que pasa cuando uno cree que puede manejar mejor que Fernando Alonso... en estado de ebriedad.