En los últimos días, varias ciudades del país reportaron fuertes lluvias que tomaron desprevenidos a los ciudadanos, que tuvieron que endentar calles inundadas, fuetes, vientos y corriente de agua poderosas.
Con esto, trajo consigo algo extraño, que varias ciudades reportaron, olores fétidos tras las lluvias, aquí las posibles caudas de estos olores.
Hay varios factores que contribuyen a ese mal olor tras una inundación:
Rebose del drenaje sanitario: Cuando llueve mucho, las tuberías que transportan aguas residuales se llenan al máximo y terminan expulsando agua contaminada directamente a las calles.
Basura en las alcantarillas: Bolsas, restos de comida y objetos sólidos bloquean las salidas de agua. Esto provoca encharcamientos que, al quedarse estancados, empiezan a oler muy mal.
Materia orgánica en descomposición: La lluvia arrastra todo tipo de desechos, que al mezclarse se descomponen rápidamente. Ese proceso libera gases como metano y sulfuro de hidrógeno, el famoso "olor a huevo podrido".
Químicos de uso industrial: En zonas con talleres o fábricas, la lluvia puede arrastrar sustancias químicas que agravan el hedor urbano y aumentan los riesgos para la salud.
Más allá de la incomodidad, el hedor urbano tras las lluvias puede ser un indicador de problemas de salubridad y riesgo biológico.