La llegada de la tercera entrega de la epopeya de ciencia ficción de James Cameron, Avatar: Fuego y Ceniza, ha dejado un sabor agridulce en la industria. Tras su estreno el pasado 19 de diciembre de 2025, las cifras iniciales y la recepción de los especialistas sugieren que el fenómeno de los Na'vi podría estar perdiendo el impulso imparable que lo caracterizó durante más de una década.
Un debut por debajo de las expectativas
Aunque cualquier otra producción envidiaría sus números, para los estándares de Disney y Cameron, el inicio ha sido tibio. Los datos más relevantes de este arranque incluyen:
Preestrenos: La cinta recaudó 12 millones de dólares el jueves, lo que representa una caída del 30% respecto a lo generado por El sentido del agua.
Proyecciones de apertura: Se estima que el primer fin de semana en EE. UU. cierre entre 86 y 105 millones de dólares, una cifra distante de los 134 millones que logró su predecesora en 2022.
El factor histórico: Con la primera entrega ostentando el récord de 2,923 millones y la segunda superando los 2,300 millones, este descenso inicial ha encendido las alarmas entre los analistas financieros.
Crítica y público: Entre el espectáculo y el agotamiento narrativo
El consenso actual describe a la película como un prodigio técnico, pero con carencias argumentales. En plataformas como Rotten Tomatoes y Metacritic, las calificaciones son inferiores a las de entregas previas.
"Aunque visualmente sigue siendo un hito, muchos críticos la califican como el 'eslabón más débil' de la trilogía, señalando una narrativa diluida y una falta de innovación emocional."
En foros de discusión como Reddit, la audiencia se divide: mientras unos celebran la inmersión visual en Pandora, otros critican el excesivo número de personajes y un ritmo que se percibe demasiado extendido.
El futuro de la saga en juego
James Cameron ha sido franco sobre el destino de la franquicia. El director ha dejado entrever que Fuego y Ceniza podría ser el capítulo final si los resultados económicos no cumplen con los objetivos de rentabilidad.
A pesar del escepticismo inicial, la moneda sigue en el aire. El éxito de Avatar siempre se ha basado en su "largo aliento" en las salas y su desempeño en mercados internacionales. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si la historia de los Sully logra remontar y consolidarse como un éxito sólido o si, por el contrario, marca el cierre definitivo de este universo cinematográfico.