El formato de streaming se ha desarrollado tanto en los últimos años, que incluso ha tenido repercusiones importantes en el comportamiento de las personas respecto a los servicios de entretenimiento. La creación de Netflix marca el punto de partida de esta nueva etapa, pues a partir de ese momento el número de plataformas y usuarios solo ha ido en aumento de forma exponencial
La llegada de la pandemia en 2019 significó un impulso importante para el streaming, pues durante los confinamientos la mayoría de servicios de entretenimiento, como los cines, se vieron paralizados, por lo que las personas tuvieron que buscar nuevas formas de entretenimiento sin tener que salir de sus casas, a lo que las plataformas de streaming se convirtieron en una de las mejores opciones.
Este gran éxito se debe en buena parte al estilo innovador de servicio con el que se presentó Netflix, pues de acuerdo a la web Internet en Casa, el hecho de contar con un método sencillo de contratación, sin una permanencia fija y que por un solo pago mensual pudiéramos tener acceso libre a una amplia biblioteca de contenidos, fueron factores diferenciadores que llamaron la atención de las personas rápidamente.
Como consecuencia, ahora los usuarios presentan un modelo mucho más fugaz, pues consumen grandes cantidades de contenido a la velocidad que deseen, por lo que exigen tener novedades de forma constante, de lo contrario puede aprovechar que es muy fácil cancelar su suscripción y buscar otras opciones.
Por esta razón las plataformas han apostado en invertir en estudios propios que se encarguen de crear contenido exclusivo constantemente. Una ventaja que ha traído este modelo de consumo acelerado, es que ha permitido que pequeñas producciones cuenten con un espacio a través del cual pueden llegar a muchas más personas con menos riesgo.
Esta flexibilidad también ha llamado la atención de directores y actores reconocidos en producciones tradicionales, quienes ven en el streaming la posibilidad de desarrollar proyectos enfocados a segmentos muy específicos del mercado o de un territorio, los cuales no contarían con un gran atractivo comercial en el método tradicional, donde la aceptación de la mayoría es fundamental para su éxito en taquilla.
Sin embargo a pesar de toda la atención que recibe, no es sencillo mantener el elevado ritmo de producción que exige el streaming, es por eso que también se ha optado por aprovechar la fuerza y nostalgia que se desprende de marcas existentes y usarlas como base para nuevo material en forma de precuelas, secuelas, remakes, spin-offs y series.
Un modelo de creación que, de acuerdo a la web TV Selectra, Disney+ ha sabido aprovechar muy bien hilando éxito tras éxito con series como Loki, She Hulk o Moon Knight en el universo de Marvel y The Mandalorian y Kenobi por parte de Star Wars.
La tecnología también es de gran ayuda para la generación de contenido, pero no solo en el ámbito de la producción sino también en el proceso creativo, pues la existencia de algoritmos cada vez más complejos, permite a los creadores a identificar la temática que desea el público y tener una mayor seguridad de éxito, incluso antes del lanzamiento.
Pese a todos sus beneficios, la creciente popularidad de las plataformas ha provocado incertidumbre sobre el futuro de las salas de cine tradicional, pues se teme que puedan ser reemplazadas, este sentimiento incremento debido al duro golpe que recibieron durante los confinamientos y a la decisión de algunos estudios de estrenar su contenido sin pasar por los cines.
Pero para comprender el verdadero impacto no podemos centrarnos únicamente en estos hechos, también es importante considerar que el cine es una industria la cual se mueve por intereses económicos. Teniendo esta premisa en mente, es comprensible que los estudios prefieran estrenar ciertos proyectos únicamente en sus plataformas, pues para ellos implica una mayor ganancia, sin embargo los ingresos obtenidos por las taquillas no pasan desapercibidos y la presencia de una película en cartelera sirve como incentivo para su consumo en otro formatos. Un claro ejemplo lo podemos ver en películas como Frozen, la cual no solo ha generado ingresos por el cine, sino también por la venta de DVDs/Blu-rays, mercancías con licencia y suscripciones digitales.
De esta forma podemos concluir que únicamente nos encontramos en una etapa de adaptación,