Una joven llamada Sarah Boyle, que vive en Inglaterra, fue diagnosticada erróneamente con cáncer de seno.
Fue hasta un año después que los médicos del Royal Stoke University Hospital se dieron cuenta de su falla y se disculparon con ella. Pero Sarah ya había sido sometida a la extirpación de ambos senos y a fuertes quimioterapias.
Sarah solo tenía 25 años para ese momento y los médicos del hospital le dijeron que someterse a una reconstrucción de pechos podría aumentar el riesgo de que padeciera cáncer a futuro.
Además, la joven inglesa se sometió a un tratamiento muy agresivo que resultó agotador y la mantuvo alejada de sus dos hijos.
Sarah ha querido dar a conocer su caso ahora a medios locales, pues aunque ya han pasado tres años el error de los doctores tuvo muchas consecuencias negativas en su vida.
Ahora, su abogada habla de las secuelas que sigue padeciendo a causa del tratamiento.