Sí, tener un colega que te saque de tus casillas y genere los peores pensamientos en tu cabeza, es inevitable. Pocas oficinas tienen un ambiente armonioso entre sus empleados y es pan de todos los días saber situaciones intrigosas entre gente tóxica. Si es tu caso, antes de que te sulfures y pierdas la cabeza (y el empleo), respira profundo…
Es importante saber que la gente tóxica causa conflictos y estrés y situaciones que se salen de control y que amenazan el éxito. Existen estudios que confirman que aquellos que saben controlar sus emociones en este tipo de situaciones, tienen un mejor desempeño profesional que los otros, ya que tienen estrategias bien desarrolladas que usan para mantener a los nocivos a raya.
Sigue los siguientes consejos y haz de tus días laborales algo más llevadero:
1. Pon límites (especialmente a los quejosos).
No te sientas obligado a escuchar a los quejosos, una cosa es ser atento y otra es arrastrar sus emociones negativas. Pon límites y aléjate.
2. Imponerse.
La gente tóxica nos vuelve locos porque su comportamiento es totalmente irracional. No tengan dudas en cuanto a ello: realmente van en contra del sentido común. No les sigas el juego, dales por su lado o bien, evita caer en dimes y diretes que solamente te sacarán canas verdes y tal vez ambos terminen en la sala de juntas con el jefe recibiendo un regaño o una sanción.
3. Sé consciente de tus emociones.
Nadie puede enloquecerte si no les permites entrar en tus pensamientos. Bloquea todo lo que te hace daño y si se trata de una cuestión laboral, trata de manejarlo de la manera más profesional. Que quede en ellos, no en ti.
Con información de ABC.
