Contactanos

Coahuila

Adjudican milagros al agua de venero

Por Vanguardia Agencia - 03 septiembre, 2018 - 00:36 a.m.
Adjudican milagros al agua de veneroInagotable: Una de sus virtudes es que es un ojo de agua natural y que nunca ha cesado de brotar. Hay muchos ojos de agua que por temporadas dejan de hacerlo. Razones: Al lugar llegaron los primeros conquistadores, por ser el espacio más alto y para defenderse de los indígenas. Devoción:  Aunque para la Iglesia no hay comprobación científica sobre algún milagro, en la capillita del venero hay cientos de testimonios.

Justo donde hace 441 se erigió la ciudad de Saltillo, donde hoy se encuentra la parroquia que venera al Santísimo Cristo del Ojo de Agua, se localiza un manantial de agua pura que se dice es milagrosa y además mitiga la sed de los saltillenses y visitantes.

“Dicen que es agua bendita”, cuenta el señor Vázquez, quien junto con su familia acude con sus garrafones para llenarlos en este lugar ubicado en la calle Libertad de la colonia Ojo de Agua, para el cual primero hay que subir las escalinatas hacia el templo.

A medio camino, del lado izquierdo se ubica un cuartito de piedra y una pequeña entrada rectangular —algunos incluso deben inclinarse un poco para pasar— con una puerta negra custodiada por don José Ríos desde hace 11 años, quien la abre desde muy temprano.

RECUENTO HISTÓRICO

Adjudican milagros al agua que emana de venero en barrio de Saltillo.

“En este lugar el capitán Francisco de Urdiñola, siguiendo el ritual de ley fundó la Villa de Santiago del Ojo de Agua el 25 de julio de 1555 por mandato del Virrey de España, don Luis de Velasco el 1º. Documentos inéditos Tomo I. Archivo General de la Nación”, indica una placa en una de las paredes, cuyas letras son remarcadas por un joven para que sean bien visibles. Ahí mismo hay otra placa que afirma la ciudad fue fundada en 1577.

Encima del cuartito que parece una torre de un castillo medieval, se lee: “Ojo de agua del Smo. Cristo”, el cual se puede apreciar al entrar, en una enorme imagen realizada en Roma en 1925 especialmente para este templo, la cual se dice fue toda una odisea que llegara hasta Coahuila, debido a la época del auge cristero.

A ambos extremos del Cristo, pegados a la pared ya desgastada, se encuentran decenas de papeles, en su mayoría blancos, con peticiones o agradecimientos, algunos objetos o prendas, muchas fotos, imágenes de ultrasonidos, y hasta una trenza que alguien ofreció por el favor recibido.

UN MILAGRO COMPROBADO, DICE GUARDIÁN DEL MANANTIAL

Inagotable, desde hace 441 años emana agua del manantial que lleva el líquido al pozo de Agsal que se ubica en la calle Félix U. Gómez.

“Ha sanado gente, incluso aquí hay un muchacho que tomaba 17 pastillas diarias y tomando agua y agua, ya ahorita nada más toma 2; estaba gordito, no sé qué tipo de enfermedad tenía, pero ya cambió su complexión y como dice él, todo fue con mucha fe”, narró Juan Villanueva, quien también toma a diario agua de ese venero.

Para tomar agua uno debe arrodillarse frente a la imagen que aquí permanece desde 1928, la cual muestra a Cristo crucificado, pero hace énfasis en una herida en su costado derecho, la cual con base a la historia fue provocada por una lanza que le clavó un romano cuando estaba en la cruz, pero además de sangre, en esta imagen derrama agua.

Imelda Ramírez afirma que al tomar del agua de este manantial la vida cambia y siempre se vuelve... además da una lección de humildad

441 años tiene de emanar agua del venero que llega hasta el pozo que Agsal tiene en la calle Félix U. Gómez.

Para llegar a tomar de esta agua, hay que inclinarse y estirar el brazo para alcanzar a llenar la botella con agua corriente. Alumbrada por dos focos, incluso a un lado se encuentra una mesita con una jarra y varios vasos de plástico, así como un embudo, para que la gente pueda beber o llenar sus garrafones.

“Vienen personas de muchas partes, el agua es milagrosa, proviene de la Sierra de Zapalinamé, son manantiales originales, y desemboca en la red general de aguas de Saltillo. De todas las fuentes de agua natural de la ciudad, esta es la única que no se ha secado desde hace 500 años”, compartió José Ríos.

El agua luce completamente transparente, pueden apreciarse las rocas debajo, la temperatura es perfecta, porque -sin importar el momento del día-, no está helada ni caliente, sino fresca; el sabor también es diferente al del agua potable, aunque indescriptible.

“El que toma agua de aquí, aquí se queda”, advirtió la señora Imelda Ramírez, quien desde hace dos años vive frente a la iglesia, lo cual atribuye a esta historia que también le contaron cuando bebió agua, y tiempo después, por azares del destino, o quizá por la voluntad de Cristo, todo se dio para que se mudara a las cercanías.

La pobladora, quien acude diario a llenar sus garrafones, platica que hay muchos feligreses en Saltillo, a quienes se observan durante la fiesta de la iglesia del Santo Cristo del Ojo de Agua, la cual se realiza el segundo domingo de septiembre (desde 1840).

“Viene la gente de todos los ejidos, traen las primicias, hay mucha fe aquí en Saltillo. La gente viene a dar gracias. En Semana Santa hubo más de 20 mil personas y en la fiesta no se puede ni caminar”,añadió antes de proceder a llenar sus garrafones.

ES UN SITIO ESPECIAL

Agradecen los presentes dejan constancia de los milagros recibidos.

En este punto destaca la Danza del Ojo de Agua, que es una de las más representativas de Saltillo, aunque se dice que fueron los tlaxcaltecas quienes incursionaron en estas tierras por el siglo XVI y como parte de su identidad ejecutaban éstas, pero a través del tiempo ha sufrido modificaciones.

Hoy en día, esta iglesia es el punto de encuentro de cientos de matlachines, quienes desde aquí reciben la bendición del párroco y tras hacer reverencias, arrodillarse y persignarse a la entrada del recinto, parten rumbo a la Plaza de Armas, calles abajo, en la tradicional Matlachinada celebrada durante agosto.

Además de beber el agua milagrosa y conocer el punto histórico más importante de la ciudad, los visitantes nacionales y extranjeros pueden encontrar a un costado de la parroquia un mirador para disfrutar de una hermosa vista de la ciudad, la cual, con fe y agua, se pueda convertir en su futuro lugar de residencia.

No avala ciencia que agua de venero saltillense sea milagrosa

El sacerdote Ignacio Flores señaló que desde el inicio de Saltillo, del Ojo de Agua no ha dejado de brotar agua. Sobre las personas que acuden por este líquido que dicen es curativo o milagroso, señala que no hay una prueba científica, sin embargo, él sí cree que tenga propiedades.

La gente le tiene mucha fe. Y yo creo sí tiene propiedades. Las profundidades de la tierra deben tener cosas que son curativas. Además de estar aquí la bendición de Santo Cristo, a raíz de que aquí hay un ojo de agua. Se decidió traer la imagen de Cristo, porque a final de cuentas este ojo de agua, para la gente siempre ha sido una bendición.

“Sí creo que para muchas personas es milagrosa, porque la fe mueve montañas. Pero un análisis científico, no tenemos”, lamentó.

CON FE Y AGRADECIMIENTO

Señaló que hasta la fecha las personas dejan sus “milagritos” y acuden regularmente por botellas para tomar.

“Ahí la gente deja sus milagritos. Yo alguna vez pregunté a alguien acerca de las propiedades de esta agua y todos coinciden en que es agua mineralizada y purificada. La gente la lleva para tomar y le llevan para remedio, y he escuchado testimonios de personas que la usan para sus enfermedades.

Artículos Relacionados