AUSTRALIA
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En Australia, Harper Nielsen, de tan solo 9 años de edad, generó gran polémica luego de no cantar el himno nacional, Advance Australia Fair (Avanza Bella Australia), y no ponerse en pie durante el mismo en el colegio al considerar que es racista porque ignora a la población indígena australiana.
Esta fue su forma de protesta hacia el racismo institucional.
Cuando se escribió originalmente, el significado del himno era hacer avanzar a los blancos de Australia”, explicó Harper Nielsen a la emisora ABC.
Cuando dice 'somos jóvenes', ignora por completo a los australianos indígenas que estaban aquí antes de nosotros”, denuncia la pequeña que ha abierto un debate nacional en Australia.
Harper defendió su derecho a la protesta silenciosa y tampoco quiso irse fuera durante el
himno, como le mandaban. Una reivindicación razonable para sus padres, que no entienden tanto castigo y menos la tormenta política que ha desatado entre los conservadores.
"Vergüenza debería darle a sus padres utilizarla como un peón político, ¡deberían expulsarla si sigue comportándose como una malcriada!", apuntan algunas voces críticas, e incluso una diputada llegó a decir que a esta concienciada pequeña le habían "lavado el cerebro" y se merecía "una patada en el culo". Una muestra más de lo polarizantes e irracionales que pueden resultar los símbolos nacionales.
Cuando los primeros colonos británicos llegaron a
Australia en 1788, los aborígenes ya vivían ahí desde hace decenas de millones de años. Los aborígenes son la comunidad más desfavorecida de
Australia. Aunque representan apenas 3% de la población, tienen las tasas de pobreza, de encarcelamiento y de enfermedad más altas.
La protesta de Harper, que
se asemeja a aquellas de los jugadores de fútbol americano de la NFL,
suscitó el enojo de personalidades conservadores y de la derecha dura australiana.La senadora Pauline Hanson publicó un video en Facebook en el que dijo que la alumna era "
una malcriada" y la amenazó con "una patada en el trasero".
emb