Durante esta Semana Santa, los escasos balnearios que decidieron abrir sus puertas se encontraron ayer al mediodía prácticamente desiertos, sin la presencia de visitantes.
Atribuyen esta situación al clima que aún no invita a disfrutar de las piscinas, aunque aseguran estar listos para recibir a las familias que decidan acudir.
Verónica Martínez, encargada del mantenimiento, resaltó que han realizado todas las labores necesarias para garantizar una experiencia placentera para los visitantes.
"Hemos completado el mantenimiento requerido para recibir a nuestros huéspedes como se merecen", afirmó.
"Estamos preparados, con cambio de agua, albercas recién pintadas, áreas embellecidas; todo lo necesario para recibir a la gente, como lo hacemos cada año", añadió.
Martínez también reconoció la difícil situación económica que atraviesa la ciudad y anunció que mantendrán los mismos precios de entrada del año pasado: 50 pesos para niños, 70 pesos para adultos, mientras que los niños de brazos, adultos mayores y personas con discapacidad tienen entrada gratuita.
El balneario cuenta con diversas instalaciones para el disfrute de los visitantes, incluyendo un chapoteadero de 50 cm de profundidad, una alberca de 1.60 m y otra de 1.70 m, palapas, asadores y mobiliario adecuado.
Además, se permite el ingreso de bebidas no envasadas en vidrio y se ofrece una tienda bien surtida con provisiones para los asistentes.
Para promover la seguridad de los más pequeños, se han colocado letreros recordando a las familias su responsabilidad, así como la necesidad de supervisar a los niños en todo momento.
"Aunque el clima aún esté fresco, esperamos ansiosos la llegada del calor para darles la bienvenida. Abrimos de 10 de la mañana a 7 de la noche", señaló Martínez. "Somos Albercas El Capricho, ubicados en la Calle Álamo #852".
El personal ha sido capacitado en primeros auxilios por Protección Civil, y cuentan con todos los requisitos de seguridad, incluyendo salvavidas identificados con shorts rojos y camisetas blancas con el logotipo del balneario.
La capacidad máxima del recinto es de 250 personas, y una vez alcanzada la capacidad, se cierra el acceso para garantizar la comodidad y seguridad de los visitantes.
