CIUDAD DE MÉXICO.-Los días siguen y Alondra Hernández García asegura que la incertidumbre sobre la mayoría de los mexicanos en Estados Unidos sigue siendo igual que cuando cruzó de mojada en 1993, al lado de Juan, su esposo. Estaba embarazada y ese sueño americano se convirtió en pesadilla cuando abortó.
A Juan ya lo habían deportado tres años atrás los de la Border Patrol por la garita Dennis de Concini. Se regresó a Jiquilpan, donde yo estaba y nomás estuvimos como tres meses, vendimos unos animales que teníamos y no regresamos a la frontera para pasar”.
Se movieron por Tijuana. “Rentamos un cuarto en un motel, ahí estuvimos tres días comiendo frijoles con tortillas; me decía Juan que el dinero era para cruzarnos”, relata.
Los primeros a los que se acercó Juan, le cobraban 1,500 dólares por cruzarlos, pero “el último día que estuvimos ahí, él se levantó temprano y nomás abrió la lata de frijoles, se comió la mitad y salió, regresó pronto y me dijo que me preparara porque nos cruzábamos por la noche. Le cobraron 1,200 dólares por los dos”.
Afirma que hoy los ‘polleros’ están con el narco, “el acuerdo es ya con los que les dicen ‘Los Zetas’ y muchas veces te utilizan como ‘mula’ a cambio de pasarte”.
Alondra puntualiza que hoy hay más peligros, “ya secuestran, te matan los mismos mexicanos que están con el narco”, siendo Baja California uno de los lugares más peligrosos para pasar a Estados Unidos.
De acuerdo con cifras dadas a conocer por Colegio de la Frontera Norte (El Colef), en 2010, el 27.3 por ciento de los migrantes deportados afirmó que por Baja California, corrió más peligro su vida, en tanto, por Tamaulipas y Coahuila la respuesta fue de casi 70 por ciento.
GANÓ TRUMP Y… ‘TENGO LAS MALETAS LISTAS’
“Tengo las maletas listas”, no duda en decirlo al saber que Donald Trump asumirá.
Dice que deportará a los ilegales; lo sé, no hay futuro, pero tengo al menos hasta febrero para juntar algo más de dinero y regresar a mi casa”.
A lo largo de 23 años ha pasado largas temporadas en EU, “nunca me ha deportado, un día estaba en un restaurante trabajando, cuando llegaron, me escondí en la bodega, ahí no entraron y pude escapar. Aquí vives todo, ganas conforme te friegues… pagan por horas, pero en algunos lugares, se provechan y te dan lo que quieren”.
Asegura que si Hillary hubiera ganado, igual sería, pero “lo que sí he visto es que nos están haciendo menos, nos señalan”.
No duda en asegurar que son mano de obra barata, “no me engaño, aquí, sin papeles, estás para fregarte. Yo he juntado dinero, me compré una casa en Morelia, creo que allá haré algo, no sé qué aún”.
