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Coahuila

La Caravana del Hambre: Plática con unos sobrevivientes

Staff / La Voz
Por Staff / La Voz - 17 octubre, 2018 - 00:55 a.m.
La Caravana del Hambre: Plática con unos sobrevivientes

NUEVA ROSITA, COAHUILA.- Mateo Rodríguez Cruz de 88 años es uno de los poco más de 20 sobrevivientes que vivió la experiencia de haber recorrido más de mil 500 kilómetros desde esta ciudad hasta la CDMX, en una caravana que salió de Nueva Rosita un 20 de enero de 1951, meses antes el 16 de octubre de 1950 quedó conjurada la huelga de miles de mineros de la compañía ASARCO hoy Grupo México.

Entonces Mateo tenía 16 años, anteriormente no se necesitaba ser mayor de edad para trabajar en las minas, recuerda que la huelga inició por violaciones al contrato de trabajo y ajuste salarial que afectaron a las familias de la región.

Recordó que el compositor Eloy Navarro, quién ya murió, describió en un corrido exactamente lo que sucedió, la canción iniciaba así: 1950 año que terminó, 16 de octubre cuando la huelga estalló y se le cerró…dijo que se la sabía completa pero los años van borrando la letra.

El cronista e historiador Clodomiro Rodríguez Cruz detalla en el libro 100 años de sindicalismo en Las Rositas.

Lo que no olvidó Don Mateo es que fueron muchos motivos los que originaron que la huelga estallara, uno de ellos es que redujeron el sueldo que ya habían conseguido y lo principal es que el gobierno de Miguel Alemán impuso líderes en el Sindicato Minero que no eran los que miles de trabajadores conocían y en quienes tenían toda su confianza.

Antonio García Moreno era obrero, conocía todo el trabajo de los mineros, sus luchas y prestaciones ganadas a pulso, Alemán puso a otro en su lugar para manejar a su antojo el Sindicato; “primero vino antes de ser presidente, buscó el voto de los mineros para llegar a la presidencia se llevó sus peticiones y luego así les pagó”, comentó.

“En realidad no sufrimos tanto hambre cuando la caravana, porque la gente mexicana es tan buena que en cada lugar que llegábamos nos brindaban comida, pasamos mucho frío, eso si, sobre todo en Zacatecas, los que sí sufrieron hambre fueron los que se quedaron atrás, las familias, aproximadamente 25 mil que se quedaron sin alguien que les mantuviera, entonces se pusieron a trabajar los hijos aunque fueran menores de edad”.

“Supimos por Sebastián Ruvalcaba, un hombre originario de aquí, de Los Filtros, que todo estaba perdido y que el esfuerzo realizado había sido en vano- se le rosan los ojos de lágrimas cuando recuerda-fueron tres meses de camino y otros más que nos quedamos allá en plantón.”

Don Mateo Rodríguez Cruz participó en la caravana a los 16 años.

“Nos regresamos como pudimos, algunos de raid, otros en ferrocarril, avergonzados de no haber logrado lo que queríamos, que se reconociera a nuestro líder y mejores prestaciones, la noticia fue tema mundial, en la radio la escuchábamos en todos lados”.

Pero Alemán nunca cedió, muchos compañeros se fueron a vivir a otro lugar y a trabajar en otra cosa, antes de estos hechos, los mineros gozaban de muchos privilegios. La compañía les pagaba el agua y la luz, también les daba uniformes, zapatos y ropa, tenían una cooperativa en donde podían comprar alimentos baratos y hasta les daban crédito, todo eso se perdió cuando entro el sindicato espurio, también dejaron de funcionar algunos hospitales.”

Clodomiro Farías cronista e historiador revela detalles del conflicto.

Clodomiro, quien conoce la historia de San Juan de Sabinas y de otros municipios del estado, pues fue fundador del Colegio de Historiadores de Coahuila, arroja más luz sobre los conflictos que desencadenaron la huelga.

Manifestó que se llamó “La caravana del hambre”, no tanto porque los huelguistas sufrieran por hambre, sino por hambre de justicia, confirmó también la fecha de inicio de la huelga, un 16 de octubre de 1950, pero en realidad los conflictos empezaron desde mayo de ese año.

Jacobo Flores Flores uno de los líderes que encabezaron la caravana en 1951.

“Todo empezó porque hubo una Convención Nacional para renovar el Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Mineros, entonces Miguel Alemán, como presidente metió las manos en esta elección y también en el Sindicato de Ferrocarriles Nacionales y el de Petróleos Mexicanos.

En esas fechas nace el ‘charrismo’, porque impuso a Jesús Díaz de León apodado “El Charro” como dirigente del sindicato de Ferrocarriles y de ahí intentó hacer lo mismo con Petróleos y Sindicato Minero, por medio de abogados corruptos.

Se enviaron delegados a los distintas secciones mineras en el país, se amañó la asamblea dejaron entrar a ilegítimos, las juntas de conciliación y arbitraje se prestaron para este movimiento.

En la asamblea nacional se nombró a Juan Carrasco, las Juntas de Conciliación y Arbitraje registraron a la gente de Juan Carrasco y desconocieron a los líderes auténticos como Juan Antonio García, secretario general, entonces los líderes de la sección minera número 14 y la fracción de Cloete emplazaron a huelga a la compañía ASARCO, se instaló la bandera rojinegra, fue una de las últimas veces que hubo alguna huelga minera, al llegar el sindicato a modo de Filiberto Ruvalcaba, Napoleón Gómez Sada, y posteriormente Napoleón Gómez hijo, con ellos empezó la época de los líderes charros en contubernio con las empresas y el gobierno.”

Un retrato no muy fiel de Juan Hernández García, líder minero en la carbonífera.

Farías el cronista, comentó que la caravana después de la huelga salió a las 9:50 de la mañana del 20 de enero de 1951, en esta caravana iban hombres, mujeres y niños, aproximadamente cuatro mil 200, al día siguiente.

Todos estos datos el cronista los tiene fielmente registrados en su libro 100 años de Sindicalismo en Las Rositas en el cual hizo un prólogo el ex gobernador Rubén Moreira.

Algunos nombres de los hombres valientes que encabezaron la caravana se mencionan en el libro, como Juan Hernández García, Jacobo Flores Flores, José Marcos Tristán, Óscar Rodríguez, Ignacio Colunga, Leandro Gómez, Carlos Samaniego, Ángel Sicilia, Abdenago Fraustro, Ciro Falconi y Francisco Solís.

De mencionarse es importante los sueldos que devengaban en aquel entonces los trabajadores en la mina: Capitán de Mina, Mínimo 150 pesos, áximo 225, Capataz de bomberos 100 pesos mínimo, máximo 125, Peón 1.25 pesos y máximo 1.50, electricista 5 pesos y máximo 6, ayudante de carpintero por tonelada de carbón.

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