Una mujer fue acusada de matar a su hijo de un año luego de que admitiera haberlo golpeado porque estaba enojada debió a que el pequeño había manchada su pañal.
La mujer enfrentará cargos por asesinato y crueldad infantil.
Previamente había llevado al bebé a la sala de emergencias de un hospital asegurando que el niño había resultado herido después de caerse de un trampolín. Sin embargo, el personal médico comenzó a sospechar que las lesiones no eran consistentes con las de una caída, pues el abdomen del bebé estaba lleno de sangre y sus pulmones estaban llenos de líquidos.
La policía entrevistó a la mujer y a su pareja, y las declaraciones no coincidieron.
Fue hasta después que la mujer confesó haber golpeado al pequeño, y que, durante el acto, el bebé cayó y se golpeó la cabeza.
La madre ha sido encarcelada sin derecho a fianza, mientras que su otra hija fue llevada con unos parientes para su resguardo.