Jennifer y James Crumbley, los padres de Ethan Crumbley, joven que abrio fuego en contra de sus compañeros de clase en la Oxford High School en 2021, fueron sentenciados a 10 y 15 años de prisión respectivamente tras ser declarados culpables de homicidio involuntario.
En la sala del tribunal del condado de Oakland, los padres de las victimas dieron su testimonio sobre el tiroteo, cuando los padres del asesino, se dijeron arrepentidos y lamentaron la trágica muerte de 4 menores a manos de su hijo.
"Mi esposo y yo solíamos decir que tenemos el hijo perfecto. Yo realmente lo creía", dijo. "No tenía ningún motivo para hacer nada diferente. Esto no es algo que haya previsto". "Si hay algo que el público en general puede aprender de esto es que esto también podría pasarte a ti. "Estaré en mi propia prisión interna por el resto de mi vida", añadió nombrando a las víctimas de su hijo varias veces.
Los fiscales en los juicios de Jennifer Crumbley y James Crumbley dijeron que los padres fueron criminalmente negligentes al proporcionarle un arma a su hijo como regalo de Navidad y al ignorar las señales de que su salud mental se había deteriorado y que era potencialmente violento.
Cuatro días antes del tiroteo, los padres fueron llamados a la escuela, pues descubrieron dibujos amenazantes de Ethan y se les recomendó atender psicológicamente al menor, pero los padres decidieron no hacerlo, ni tampoco confiscar su arma de fuego.
