El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila, apuesta a la cura de las enfermedades sin importar la inversión que se deba realizar; a la fecha siete pacientes de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 71, de Torreón, se han incorporado a dos nuevos tratamientos -con farmacología de última generación-, para la cura de la Hepatitis C y se espera que de manera gradual se sume un mayor número de personas.
El director de la UMAE, Marco Aurelio Burgos Martínez, explica que gracias a las gestiones del director general, Mikel Arriola Peñalosa, el IMSS es la única institución médica en el país que cuenta con las más novedosas opciones farmacéuticas, a través de las cuales no solamente se logra una curación en un 95 por ciento de los pacientes, sino que además se reduce el período de medicación hasta en un 75 por ciento.
Las cifras que expone el IMSS a nivel nacional, indican que México es el segundo país en América Latina (el primero lo tiene Brasil), con un mayor número de diagnósticos de Hepatitis C; la totalidad es de 232 mil personas, de las cuales 81 mil son derechohabientes del IMSS y 83 corresponden a la UMAE No. 71, de Torreón.
En el marco del Día Mundial Contra la Hepatitis, el jefe del servicio de gastroenterología y endoscopía de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 71, Francisco Alfonso Solís Galindo, explica que este padecimiento es una infección que se propaga por el contacto con sangre contaminada por este virus.
En principio, la enfermedad transcurre de manera asintomática, con cuadros difusos como dolor en el abdomen, cansancio y dificultad para dormir.
Con el tiempo las molestias y la enfermedad evolucionan, puede producir cicatrización del hígado o cáncer hepático y los casos más graves requerir un trasplante de este órgano.
La detección necesariamente corresponde a un especialista y se realiza por medio de estudios de laboratorio que están al alcance de la derechohabiencia en la UMAE No. 71.
A decir del experto, las personas que han recibido múltiples trasfusiones de sangre a lo largo de su vida, quienes portan tatuajes, perforaciones o piercings y los adictos a las drogas inyectadas, son más propensos a padecer este mal.
En la actualidad, la enfermedad predomina entre mayores de 40 años, aunque existen infantes que se contagiaron en la etapa de gestación debido a que su madre era portadora del virus.
