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Coahuila

Viven con fervor

Por Carlos Macias - 15 abril, 2017 - 01:40 a.m.
Viven con fervor

Participaron familias de la parroquia del Sagrado Corazón a cargo del Sacerdote Sabino Gámez Cruz

NUEVA ROSITA, COAHUILA.- Con gran éxito se realizó la representación del viacrucis, pasión y muerte de Jesucristo, donde participaron familias de la parroquia del Sagrado Corazón a cargo del sacerdote Sabino Gámez Cruz.

Las representaciones iniciaron en punto de las 09:00 horas iniciando en la parroquia con una edición especial dedicada a personas enfermas o que por su condición no pudieron asistir a las realizadas en la vía pública, destacándose la participación de los integrantes del grupo juvenil.

En punto de las 10 horas, la representación de la pasión y muerte de Jesucristo inició frente a la capilla de San Francisco ubicada sobre el libramiento Sur y avanzó hasta llegar a la capilla de San Judas Tadeo en la Colonia Dávila.

A la representación acudieron cientos de familias, que acompañaron a los actores que representaron de manera extraordinaria las últimas horas del hijo de Dios en la tierra, destacando la actuación de Noé Fernández López como el mártir del calvario Jesús de Nazaret, a pesar de haber sido su primera vez representando al personaje más influyente de la historia.

Al llegar a la capilla de San Judas Tadeo, los dos ladrones Dimas y Gestas esperaban ya crucificados a Jesús de Nazaret, que luego de ser despojado de sus ropas, recibió la dolorosa corona de espinas y fue clavado al madero que fue levantado.

Sufriendo la angustia de ver a su hijo en la cruz, su madre María abrazaba a su familia esperando el final.

Luego de haber clamado al cielo y pedir el perdón de los pecados de toda la humanidad, Jesús entregó su espíritu al creador.

En la parte final de la representación, Jesús fue bajado ya muerto y llevado a enterrar a su última morada.

Previo a la realización de la misa, el padre Sabino Gámez Pérez recordó a los feligreses que todos cargamos una cruz en la vida y se puede llevar de dos formas, negándola y dándosela a otros o aceptándola con resignación y teniendo fe que la carga es ligera cuando entregamos todo a Jesús.

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