Vacías lucen las unidades de Acubus a apenas días de haber iniciado las rutas de servicio; y es que, de acuerdo a los usuarios, prefieren el bajo precio antes que la comodidad por ser hasta casi el doble lo que les cobran.
El proyecto del Acubus promovido por el alcalde Roberto de los Santos y que funciona en medio de amparos y protestas por parte de concesionarios que lo consideran ilegal, sigue dando de qué hablar.
Las unidades que recorren cinco rutas tienen una tarifa única de diez pesos, mientras que los antiguos concesionarios mantienen la tarifa en cinco pesos para estudiantes y la general es de 8.50 pesos.
“La gente prefiere pagar menos, sobre todo aquellos que tienen que tomar diferentes camiones para ir a sus empleos o a la escuela y definitivamente diez pesos es mucho para un estudiante”, indicó uno de los entrevistados.
El desaire es evidente en las paradas de camiones, son pocos los que eligen como transporte el Acubus y prefieren subirse a las llamadas combis, a pesar de que son más reducidas y vayan amontonados; otra ventaja, dicen los usuarios, es también que recorre más rutas.
La tarifa especial de cinco pesos es para personas de la tercera edad, con alguna discapacidad y estudiantes, muchos de ellos pertenecen a sectores que no tienen los suficientes ingresos para pagar más dinero por el transporte.