FRONTERA, COAHUILA.- “Amor es amor y aunque nosotras seamos una pareja del mismo sexo, podemos ser buenas madres, formar una familia y formar hijos de bien que sepan respetar a los demás, tanto en sus gustos como en sus necesidades, gracias a Dios logramos ya unir nuestras vidas y sabemos que vamos a ser muy felices”, indicaron Cristal Guadalupe García y Samantha Saavedra Peña, son dos mujeres que decidieron unir sus vidas ante la ley, teniendo más de tres años de relación.
Fue el pasado sábado cuando esta pareja decidió unir sus vidas sin importar el qué dirán, pues aseguran su amor es más importante que los comentarios mal intencionados de algunas personas que aún no ven con normalidad que una pareja del mismo sexo se enamore, una sus vidas y puedan formar una familia.
“Para nosotras era cumplir nuestro sueño de unir nuestras vidas, gracias a dios nuestras familias nos entendieron y nos apoyaron en todo momento, por lo que hacer el trámite y casarnos ya no fue tan difícil, en la oficialía nos trataron con mucho respeto, como seres humanos y eso nos gustó mucho, porque nosotros no somos malas personas, no somos algo “raro” ni nada que debe avergonzarnos”.
Cristal asegura que para ellas tomar esta decisión no fue difícil, ya que socialmente ya es más aceptada una relación de pareja igualitaria, además tanto ella como su esposa se casan enamoradas y están dispuestas a dar un buen ejemplo a la sociedad, pues como mujeres se procuran el amor, el respeto, la tolerancia y sobre todo el apoyo, lo que es base de una buena relación.
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“Yo quiero que quienes están en una situación difícil por no atreverse a dar a conocer su sexualidad, que lo hagan, que se atrevan a salir y gritarle al mundo lo que ellos son, dar un paso adelante y nunca avergonzase de sus preferencias, pues aun con los malos comentarios de algunas personas, lo importante siempre va a ser su felicidad y no la de los demás”.
La pareja asegura que ellas tienen una larga vida que disfrutar juntas, siendo felices, con la esperanza de formar una familia y sobre todo con la fe de que en algún momento podrán caminar de la mano sin tener que ser señaladas o juzgadas por quienes no están de acuerdo con sus gustos.
La pareja de valientes mujeres coincidieron en que el casarse es cristalizar un sueño que tenían desde hace más de tres años cuando comenzaron su relación, siendo su unión matrimonial un recuerdo hermoso que quieren atesorar para en un futuro contarles a sus hijos que tomaron esta decisión y que sus familias las apoyaron, arroparon y compartieron su felicidad en todo momento, tratándolas como las buenas personas que son.