Algunas iglesias están celebrando sacramentos sin la autorización de reapertura de la Diócesis de Saltillo, derivado de la necesidad de recursos que les afecta por la pandemia, reconoció Eduardo Neri Frías, párroco del templo “Santiago Apóstol” en Monclova.
En la parroquia “San Francisco”, en el sector El Pueblo, realizaron, en fecha reciente, una boda de un joven que fue sacristán de esa iglesia, evento que fue difundido en redes sociales, comentó.
La Diócesis de Saltillo no ha autorizado la apertura de Iglesias.
Han sido algunos templos que están efectuando bodas y bautizos, pues el Subcomité de Salud de la región Centro permitió desde hace tiempo el reinicio de las actividades eclesiásticas, incluso se han estado preparando con los insumos y el protocolo de prevención con Protección Civil, sin embargo, la Diócesis aún no ha dado la autorización oficial, afirmó el sacerdote.
“Igual con respecto a la misa, el Obispo no nos ha dado una autorización oficial para llevarlas a cabo, ahora lo que he oído por ahí es que algunos sacerdotes a criterio personal han tomado la decisión de celebrar algunas bodas, algunos bautizos, tratando obviamente, de seguir el protocolo de seguridad que se necesita, pero oficialmente todavía el Obispo no ha dado la autorización”, indicó.
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Bajo la responsabilidad del párroco se efectúa el sacramento pues sabe que la Diócesis aún no oficializa regresar a la actividad, pero entiende la desesperación de los mismos padres ante la crisis que atraviesan para mantener su iglesia, dijo.
Cree que el reinicio de actividades de las iglesias precisamente empezaría con la celebración de sacramentos antes que, con las misas presenciales, puesto requieren de menor presencia de personas, si es bautizo, únicamente serían los padres y padrinos, y en bodas, no más de 10 a 15 asistentes.
Desde marzo que comenzó la pandemia y suspendieron las misas, en su iglesia, tienen alrededor de 30 bodas pendientes y otro número igual de bautizos y quinceañeras que están posponiendo a nuevas fechas a partir de finales de septiembre, comunicó.
Reconoció que hay una lista de espera de celebraciones pendientes, pues la gente está llamando para saber cuándo puede agendar, pero no pueden hacer más compromisos de los que ya tienen en puerta que eran para marzo, abril, mayo, junio, julio y agosto, que no se han podido realizar.