En el marco del Día del Niño, hay historias que merecen ser contadas no por lo que les falta, sino por todo lo que brillan. Una de esas historias es la de Berenice Zamora Santiago, una niña de 13 años que conquista el corazón de quienes la conocen con su ternura, su sonrisa y su fortaleza.
Berenice es una niña especial. No solo porque enfrenta una condición en su corazón que la obliga a vivir con cuidados distintos, sino porque su luz interior es única. Le gusta colorear, crear con sus manos y compartir tiempo con su familia. Cada trazo en su cuaderno y cada dibujo que pinta están llenos de vida, igual que ella.
Con dos largas trenzas que enmarcan su rostro dulce, Berenice transmite una calma y una alegría que inspiran. Sentada en el sillón de su casa, rodeada de colores y crayones, se le ve disfrutar de su momento con la naturalidad de quien ha aprendido a ser feliz con las pequeñas cosas. A su lado, siempre está su mamá, firme y amorosa, abrazándola con una mirada de orgullo.
A pesar de los retos médicos que ha tenido que afrontar, Berenice no se rinde. Su vida es una historia de lucha, pero también de amor. La suya es una infancia distinta, pero no menos plena. Ha crecido rodeada de cuidados, sí, pero también de juegos, sonrisas y sueños.
Hoy, en su día, celebramos a Berenice como símbolo de esperanza. Porque cada niño tiene derecho a ser feliz, a ser visto, a ser abrazado por la vida con ternura. Y Berenice, con su corazón fuerte y valiente, nos recuerda que la niñez no se mide en condiciones, sino en el brillo con el que se vive cada día.
Además de su sensibilidad y talento para el arte, Berenice es una niña muy observadora. Le gusta escuchar, hacer preguntas y entender el mundo que la rodea. Tiene una mirada profunda, de esas que parecen leer más allá de lo que se dice. En la escuela, sus maestros y compañeros la admiran por su dulzura y su capacidad de empatía. Aunque a veces no puede correr como otros niños, su imaginación vuela más alto que cualquier carrera. Ella ha aprendido a vivir a su ritmo, y ese ritmo está lleno de amor.