A una pena de 40 años de cárcel fue condenado Ramón Flores Garza por el delito de feminicidio, es el hombre que mató a su pareja sentimental, la envolvió en bolsas negras y escondió el cadáver en un closet durante casi un mes, constantemente le ponía químicos para evitar ser descubierto por los olores que pudiera generar el cuerpo.
Esta pena se obtuvo luego de un procedimiento abreviado en el que él aceptó su culpabilidad, se declaró culpable del crimen y negoció la pena que el juez le estableció en la cárcel.
Como se recordará fue el 18 de febrero del presente año cuando todo salió a la luz pública, el hombre constantemente agredía a María del Rosario Colunga Palafox de 54 años de edad, esto según los vecinos de la colonia Las Flores en Monclova; Coahuila, donde tenían su domicilio en la calle 16 de Septiembre número 1103 planta alta.
Los vecinos aseguraron que ella siempre tenía un semblante triste y que con una simple mirada, un chasquido o un silbido, obedecía al hombre quien no la dejaba platicar con nadie en el lugar.
Pero ese día Ramón tomó un bate y la golpeó hasta matarla, luego envolvió el cadáver en bolsas de plástico para la basura y lo escondió, así vivió durante casi un mes, rociaba diariamente cloro, pinol y vinagre al cuerpo tratando de esconder los olores.
El crimen ocurrió en la casa marcada con el número 1103 de la Calle 16 de Septiembre de la colonia Las Flores. Se trata de un segundo piso que la pareja rentaba desde hace cuatro meses, tiempo en el que la tranquilidad de la calle se perdió por los constantes gritos y golpizas que la mujer recibía.
El presunto feminicida se trata de Ramón Flores Garza de 60 años de edad, quien contaba con una larga lista de detenciones en Seguridad Pública por violencia intrafamiliar, pero siempre recibía el perdón de su mujer.
Fue el pasado 24 de enero, cuando vecinos de la calle 16 de Septiembre, reportaron haber escuchado por última vez los gritos de la señora María del Rosario en lo que parecía una de tantas golpizas más, pero a partir de esa noche, no volvieron a saber de ella.
Pero una noche elementos de la Policía Civil Coahuila detuvieron a Ramón Flores a fuera de su casa, por el delito de posesión de narcóticos, en eso detectaron el olor, entraron a la vivienda y descubrieron el cadáver.
Al verse descubierto narró que usó químicos para esconder el olor a muerte, mientras buscaba la manera de deshacerse del cuerpo, sin embargo, no contaba con un vehículo, por eso decidió dejarlo en la recámara, creyendo que no sería descubierto.
SE HACE JUSTICIA POR LA MUERTE DE MARÍA DEL ROSARIO.
La víctima era una mujer de origen veracruzano quién vivió muchos años en los Estados Unidos donde se encuentran sus hijos, según los vecinos ella fue deportada, hablaba muy bien el inglés, daba clases en una escuela local y sus hijos se encargaban de mandarle dinero periódicamente para que subsistiera.
De Ramón era un vago que no trabajaba y se la vivía tomando o drogándose y siempre golpeando a su pareja, incluso después de haberla matado, él se comunicaba con sus hijos como si fuera ella y les pedía dinero.
Los vecinos consideran que el hombre era algo extraño, siempre usaba guantes, gorra negra aunque hiciera calor, además siempre traía tapada la boca, estaba todo tatuado y lo más seguro es que era un ex presidario.