Irving Vicente Lara Saláis de 25 años de edad es el joven que viajaba en el taxi, que fue impactado por Abel Morado quien conducía en estado de ebriedad la madrugada del pasado domingo a la altura del puente de la Obrera.
El joven de 25 años de edad fue al cine con su novia y luego de dejarla en su casa, tomó un taxi en la clínica 7 del IMSS, apenas subieron el puente cuando se percataron que venía un vehículo en sentido contrario, eran tres hombres que estaban en estado de ebriedad.
Tras el impacto, los vehículos quedaron inservibles, los dos hombres que viajaban en el taxi quedaron prensados, uno de ellos Irving quien de acuerdo a sus familiares, se encuentra delicado, no trae fracturas pero no se puede mover de la cintura hacia abajo, le duele su pecho y su cabeza.
El conductor estaba detenido, pero constantemente han presionado a la familia a que firmen el perdón, pero dijo que no lo hará ya que su hijo no puede ni moverse de la cama.
“La esposa es una abogada federal quieren que pase como el accidente del niño, donde se firmó un perdón y el hombre quería deslindarse, no voy a firmar nada mientras mi hijo no se pueda mover”, comentó Juana Ivonne Saláis Soto; madre del joven.
Comentó que su hijo fue dado de alta a las 5:00 am pero no se podía ni mover, no le hicieron una tomografía y la familia pidió que no lo dieran de alta, porque no lo podían levantar, pidieron que siguiera en observación y así pasó, siguió hospitalizado.
Tiene lesiones en su columna, en la cadera, se siente caliente no se puede mover, ni mover la pierna.
Un abogado acudió y estuvo a un lado de la camilla, pidiendo a la mamá del joven que firmara el convenio, muy insistente.
“Me agobiaba, me molestaba, me presionó tanto, el guardia tuvo que sacarlo, le dije que mientras mi hijo no se mueva no firmaré nada y así sea abogada federal o lo que sea a mí no me importa, si tiene influencias que las use pero conmigo no”, comentó Juana Saláis.
Elisa Saláis, tía de Irving comentó que no se sabía si estén influyendo, que el responsable del accidente sea abogado y que su esposa también sea abogada federal, pero ellos exigen solo lo que es, que se haga responsable.
“Ahorita lo estuviéramos velando, estaba a punto de caer del puente, a esa hora desperté y me puse a orar por mis hermanas, mis hijos y mis sobrinos, por eso creo que Dios es tan grande, la bendición del señor fue lo que salvó a mi sobrino”, señaló.