Organizaciones de vehículos de procedencia extranjera se mantienen a la expectativa de la decisión que tomará el Gobierno Federal respecto al futuro del programa de regularización, el cual podría pasar al régimen de importación, lo que implicaría un aumento significativo en los costos para los propietarios.
María Esther Sotelo, dirigente de Onappaffa Identifik-t, informó que actualmente se lleva un análisis en México y esperan que la próxima semana se den a conocer las medidas que se tomarán.
"Supuestamente para el día 20 de este mes tenemos una respuesta, de hecho, ahorita está una comisión en México viendo precisamente este tema, según esto, para el día 20 ya va a haber claridad respecto de cómo va a seguir siendo el manejo de la regularización o si se cambiará a importaciones".
De acuerdo a la información, el objetivo de las autoridades es pasar el trámite a la aduana, iniciando un proceso de importación que representa importantes cambios en la mecánica con la que se desarrolla.
Señaló que de concretarse el cambio, los vehículos americanos dejarán de beneficiarse del decreto presidencial vigente hasta septiembre del 2026, además reducirá el modelo de los vehículos que entrarían al proceso, con modelos 2017 y anteriores y costos que van de los 18 a 20 mil pesos.
"Estamos en un punto preocupante, porque si lo trasladan a las importaciones, entonces van a subir los costos, ya no aplicaría el decreto y pasaría a las importaciones, porque ahí sí hay ganancia para el Gobierno Federal".
María Esther Sotelo indicó que actualmente, representantes del Frente de Organizaciones de México (FOMEX) sostienen encuentros a nivel nacional con la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Economía y las comisiones de Asuntos Frontera Norte del Congreso, buscando mantener vigente el actual esquema.
"No está fácil, pero vamos a ver qué tanto podemos conseguir para que esto siga fluyendo de la manera en la que estaba, pero con restricciones para los encargados de los REPUVE, porque lo encarecieron bastante", agregó.
Sotelo reconoció que existe una posibilidad de que el decreto sea sustituido por un esquema de importación, pero confió en que las organizaciones logren frenar esa medida.