El inesperado avistamiento se registró en una zona ejidal de aquella ciudad, se piensa que el ejemplar era macho debido a su gran tamaño y que descendió de la serranía para buscar agua y alimento.
El propietario del rancho, quien había salido a realizar actividades en el campo, regresó a su propiedad y se encontró con el animal, lo vio intentando cruzar una barda púas y tras lograr su objetivo bebió agua del aguaje y sació su sed.
Con serenidad y respeto hacia el oso, el dueño del rancho logró captar el momento con su teléfono celular, registrando la tranquila presencia del oso, que deambulaba libremente por los alrededores sin ser molestado.
Según relató, decidió no espantarlo ni intervenir, permitiéndole al animal continuar su recorrido de forma natural.
Tras beber agua, el oso se retiró de manera pacífica hacia las áreas más alejadas del ejido, dejando una memorable experiencia para quien presenció su breve paso por el lugar.
Cabe mencionar que el oso negro es una especie protegida en Coahuila y en peligro de extinción.
