Hace 13 años un trabajador que pintaba la parroquia de Santiago Apóstol de Monclova se topó con una falsa pared que guardaba un tesoro para los historiadores: más de 150 mil documentos que cuentan cómo era la vida cotidiana de los antiguos pobladores de lo que hoy son Coahuila y el sur de Texas.
El contenido de estos archivos aún es investigado, pero lo que ha descubierto el equipo coordinado por Carlos Manuel Valdés, doctor en Historia, está revelando nuevos conocimientos y cambiando ideas de lo que se ha escrito sobre nuestro Estado.
Un análisis profundo ha dejado detalles importantes de la forma de vida de aquellos años.
“Es un archivo parroquial que nos habla de un mundo que desconocemos, no todo es religioso”, comentó el especialista, autor de diversos libros emblemáticos para conocer la historia de Coahuila y el noreste de México.
En siete años, el doctor Carlos Manuel Valdés y sus alumnos de la Escuela de Historia de la UAdeC han digitalizado, transcrito y ordenado 80 mil documentos. Parte del resultado se puede encontrar en cuatro libros que publicaron este año y solo se pueden conseguir en las instalaciones de la Escuela, pues el trabajo lo han realizado sin apoyo de gobiernos o instituciones públicas o privadas.
El maestro y sus estudiantes han puesto dinero de su bolsa para pagar traslados y demás gastos para continuar la investigación.
BUSCAR DESDE LAS BASES
¿Por qué este loco afán por desempolvar fojas escritas a mano en un español ininteligible para la mayoría de nosotros? “Cambia en mucho cosas que consideramos como ya establecidas en la historia de Coahuila. No digo que esté echando abajo la historia, pero está haciendo planteamientos que no había considerado ningún historiador porque no conocían esta documentación”, dice el doctor en Historia por la Universidad de Perpiñán, Francia y maestro investigador de tiempo completo en la Escuela de Historia de la UAdeC. “Tenemos padrones que no tienen ni Saltillo ni Monterrey; es algo extraordinario”.
Se dice que los escritos relatan cómo vivía la gente que vivió aquí de 1673 a 1921.
LAS SOCIEDAD EN MOVIMIENTO
Por ejemplo, los archivos nos informan el número de población, uniones matrimoniales entre diversas castas, defunciones, historia de los indígenas y sus rebeliones, clima y temporadas por regiones, enfermedades y epidemias, delitos, pago de diezmos, qué hacían con los muertos y fusilados y mucho de la vida sexual de la época. “Los curas se interesaban mucho en ese tema, tenían que confesar a la gente y establecer una ética o moral determinada de acuerdo con los mandamientos.
“Son sociedades vivas y sociedades que no tienen los problemas que tenemos nosotros, ni la visión. Nosotros pensaríamos que habría un gran racismo, tal vez lo había un poco pero en general no”, comenta el historiador a raíz de los matrimonios consignados en los documentos: tarahumaras con españoles, negros con españoles, entre otros.
Realidad. La vida que llevaban los habitantes del norte de Coahuila de 1673 a 1921, dista mucho de lo que actualmente se piensa, según la documentación hallada.
CIÉNEGAS EL GRANDE
• Otro ejemplo de información que cambia lo que hasta ahora se pensaba sobre Cuatro Ciénegas es uno importante: los historiadores creían que era un pueblo muy pequeño, de entre 200 y 300 habitantes.
• La realidad encontrada en el archivo fue que en 1673 había más de mil habitantes. “Eso cambia la historia porque era un lugar muy importante, donde había comida, donde podía estar la gente, donde podía vivir”.
“Es un archivo parroquial que nos habla de un mundo desconocido; no todo es religioso”.
En un accidente afortunado, trabajador de la construcción encuentra 150 mil escritos en la parroquia de Monclova.
CARLOS MANUEL VALDÉS, HISTORIADOR
Sociedad de sexo, leyes y exorcismos
Miles de textos ya fueron clasificados, quedan miles más por compilar, de lo que se vivía en aquella época dan cuenta un par de libros, gracias a la laboriosidad de un equipo
Parece que fue suerte: en la parroquia de Santiago de Monclova ya no se oficiaban misas porque era muy peligroso, había grietas y fallas en las paredes, incluso el techo estaba cayendo.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) empezó a restaurar el inmueble, arregló el techo y dejó el trabajo para que los albañiles terminaran de pintar.
Uno de ellos raspó una pared y escuchó un sonido hueco. El entonces párroco le pidió que perforara la pared con una vara y atravesó la superficie hasta alcanzar algo que sonó a madera. Metieron una cámara y encontraron un mueble con documentación colonial de 1673 a 1921. Los manuscritos fueron celosamente guardados, hasta hace siete años que el padre Eduardo Neri, actual párroco, autorizó que el doctor Carlos Manuel Valdés y sus alumnos analizaran y digitalizaran las fojas.
Parte del resultado de este trabajo está publicado en cuatro libros, pero faltan decenas de miles de documentos por transcribir. El doctor Carlos Manuel Valdés ha recibido mails y llamadas de investigadores nacionales y extranjeros y de aficionados a la historia pidiendo más información sobre el hallazgo y el contenido de las hojas. ¿Por qué es tan importante lo escrito siglos de años atrás? ¿Qué es lo que quieren saber?
LA VIDA Y LO QUE HACEMOS CON ELLA
¿Sabes cómo una muchacha en una sociedad con fuertes reglas morales y religiosas podía impedir su matrimonio?
¿Sabes qué pasó con los fusilados en la guerra de Independencia? ¿Y qué pasó con los compañeros de Miguel Hidalgo cuando los ejecutaron?
¿Por qué aparecían muertos en los caminos reales cuando se pensaba que tenían controlados a los indígenas?
¿Qué hacía una mujer casada cuyo marido desaparecía y no encontraban el cuerpo del difunto?
¿Los sacerdotes practicaban exorcismos y la comunidad afirmaba que veían al diablo en el pueblo?
Quizá parezcan temas irrelevantes en este época, pero la verdad es que estos documentos nos revelan que la imaginación de las personas de aquellos años tiene similitudes con lo que nosotros pensamos, y también hay diferencias y sorpresas.
Un ejemplo para entrar en calor:
“El novio les daba una palabra de matrimonio, o sea, se comprometía a casarse, les hacía la señal de la cruz en la mano y les daba un regalito o lo que sea. Entonces ellas ya empezaban a tener relaciones sexuales con el muchacho. Esto sucedía así hasta que se embarazaban. Entonces las muchachas llegaban con el alcalde o con el párroco para hacer una denuncia contra su novio”, platica el historiador.
HACER CUMPLIR LA LEY
Y hay casos de juicios registrados en los documentos encontrados en la parroquia de Santiago de Monclova. Es apenas un detalle, pero poco a poco vemos la intensa vida sexual y cómo algunas mujeres podían impedir el matrimonio arreglado por sus padres para casarse con quien amaban.
Recordemos que los sacerdotes confesaban y se encargaban de guardar el conocimiento de todo el pueblo y sus alrededores. La Iglesia era la autoridad hasta antes de las Leyes de Reforma a mediados del siglo 19. Por eso estos documentos son importantes: no son solo registros eclesiásticos, sino información que habla de toda la vida social.
En próximas entregas nos adentraremos en esta vida secreta de los coahuilenses, gracias al trabajo coordinado por el doctor Carlos Manuel Valdés y sus alumnos que utilizan las 480 horas de servicio social para sacar a la luz un mundo hasta ahora desconocido.
PARA INVESTIGADORES Y AFICIONADOS DE LA HISTORIA
Los cuatro libros publicados que contienen la transcripción de una parte de los documentos encontrados se puede conseguir en: Escuela de Ciencias Sociales de la UAdeC. Escuela de Historia de la UAdeC. Más informes al: 844 1 35 0582. El precio de cada tomo es 50 pesos.