Dentro de la minuta firmada ante la autoridad laboral, se estableció además que no habría represalias para ninguno de los obreros involucrados con el paro de labores, y que los dos días que no trabajaron, se les pagaría íntegramente.
Adicionalmente se acordó mejorar las condiciones laborales dentro de la empresa y permitir a los trabajadores iniciar las gestiones para un cambio de sindicato cuyas oficinas se encuentren fuera de la empresa.
Con estas garantías por escrito, en punto de las nueve de la noche, la comisión de trabajadores formada por los mismos paristas firmó el convenio de desistimiento del paro laboral.
Alrededor de las 10 de la noche y con el documento firmado, la comitiva llegó hasta las puertas de la empresa, donde hicieron el anuncio de las buenas nuevas a los trabajadores reunidos, quienes luego de algunos cuestionamientos, festejaron la conquista laboral, dando por levantado el paro.
Al final y en un acto de buena fe de los trabajadores, la empresa pidió se permitiera que obreros que voluntariamente así lo quisieran, ingresaran a laborar en el turno de tercera para continuar con la producción y embarques de los chasis de tractocamión que desde el viernes dejaron de producirse.
Aunque inicialmente los trabajadores se negaron, se acordó que nadie de los paristas estaría obligado a entrar, y que los que voluntariamente quisieran podrían ingresar a laborar desde el turno de tercera.