A una pena de 6 años de beneficio de condena condicional en su modalidad de libertad vigilada fue sancionado Raúl Armando N por el delito de ocultamiento de cadáver, lo que desató la molestia e impotencia de la familia de “Pepito” la víctima a quien le arrebataron la vida al darle cerca de 40 puñaladas.
“Me dio mucho coraje lo que el juez dictaminó, solamente individualizaron la sentencia, el juez desechó el asesinato con dolo y solo le dio la sentencia por ocultamiento de cadáver, quedó en libertad”, comentó Luis Arturo García Hernández; familiar de la víctima.
Durante el proceso del juicio, el juez no aceptó argumento de los policías, luego de que la defensa del imputado mencionara que no había pruebas suficientes para determinar que Raúl Armando N fue el asesino pero sí había pruebas para fincarle responsabilidad por ocultar el cadáver.
“Todavía cuando el asesino dijo que él lo mató que estaba en la caja bañado en cloro, todo eso el juez no lo tomó en cuenta, el juez se basó en el procedimiento y no en el asesinato”, señaló.
ANTECEDENTES
Fue el 30 abril del 2022 cuando se dio a conocer la lamentable noticia, “Pepito” quien era muy conocido en ese sector, fue asesinado, su cuerpo fue encontrado en una caja bañado en cloro, dentro del domicilio en el que vivía Raúl Armando en el fraccionamiento Moderno.
Raúl Armando N había citado a la víctima para que le tirara la basura ya que la víctima realizaba esta acción en el sector a cambio de unas monedas, lo invitó a pasar a su domicilio con el pretexto de que se tomarían unas cervezas, “Pepito” en su inocencia aceptó e ingresó al domicilio ubicado en la calle Rio Lerma #1305 del Fraccionamiento Moderno.
Ya estando en el interior, Raúl N atacó a “Pepito” con dos cuchillos diferentes, en por lo menos 40 ocasiones lo hirió sobre todo en la parte derecha del cuello causándole un shock hipovolémico que le provocó la muerte.
Luego de haber cometido el crimen, el imputado escondió el cuerpo de su víctima en una caja de plástico que cubrió con bolsas de huele color negro para después limpiar la escena del crimen.
Por más de 24 horas mantuvo el cadáver en su domicilio y al día siguiente acudió a casa de su padre a quien le pidió que le prestara la camioneta a cambio le ofreció una caja de herramientas, su padre lo notó con actitud sospechosa y se negó.
Pero el imputado insistía en que tenía que tirar algunas cosas, por lo que su padre decidió llevarlo al domicilio y al ingresar revisó el lugar, encontró la caja que contenía el cadáver de “Pepito”.
Con palabras textuales su hijo le comentó “No hay bronca papá usted no se va a meter en pedos”, luego de esto su padre y el imputado se trasladaron a un domicilio ubicado en la Zona Centro de Frontera donde vive la abuela, ahí dejó a su hijo y se fue a trabajar.
El 02 de mayo al salir de su empleo, acudió a Seguridad Pública y mencionó a unos elementos lo que había visto en casa de su hijo, posteriormente la autoridad acudió al lugar de los hechos, ahí se encontraba Raúl Armando quien fue detenido en ese mismo momento tras ver el cadáver en la caja de plástico.
Se dio aviso a la Agencia de Investigación Criminal que inició con las investigaciones, en el domicilio encontraron rastros de sangre no visibles, esto luego de aplicar un reactivo que arrojó como resultado rastros de sangre en la cocina y en la sala comedor del domicilio.
Además encontraron las prendas que Raúl N portaba cuando realizó el asesinato, era una platera color vino con residuos de sangre, así como una playera de resaque.
En el domicilio encontraron tres cuchillos, dos de estos quebrados y uno intacto, los dos cuchillos quebrados son los mismos con los que se hirió a la víctima.
Además se cuenta con el testimonio de los padres de Raúl, quienes son Raúl N y María E a quienes se les explicó que por el parentesco podían omitir su testimonial y fue lo que ocurrió.
Su padre mencionó que Raúl N presentaba conductas agresivas constantes, mientras que su madre lo confirmó mencionando que incluso había estado internado en dos ocasiones por su comportamiento agresivo, además indicó que su hijo padecía de un síndrome de bipolaridad, todos estos datos de prueba no fueron suficientes para el juez.