FRONTERA COAH-. A sus 90 años, Don José Luis González Hernández mejor conocido como "Picho", no pudo contener las lágrimas al recordar su tiempo en Altos Hornos de México, S.A. (AHMSA). Con voz temblorosa y un nudo en la garganta, rememoró el encendido del Alto Horno 5, un evento histórico al que asistió el entonces presidente de la república.
González Hernández comenzó su carrera en AHMSA a los 33 años, tras finalizar su contrato en unos talleres. Poco tiempo después, en septiembre de 1976, fue testigo de un momento trascendental: la entrada en operación de la Siderúrgica 2, que incluía el Alto Horno más grande y moderno de México, un taller de aceración BOF, colada continua, una coquizadora, y posteriormente una laminadora en frío y una planta peletizadora.
Don José lo recordó como si fuera ayer y la emoción se hizo presente, en dicha inauguración estuvieron presentes Luis Echeverría Álvarez, presidente en funciones, y José López Portillo, presidente electo. Don José Luis tuvo el honor de pasar el mechón al presidente para encender el Alto Horno 5.
La limpieza y preparación del área fueron tareas que él y sus compañeros realizaron con esmero. "Todo quedó impecable, tanto que el presidente nos felicitó," recuerda con orgullo. El día de la inauguración fue festivo, con un ambiente de celebración por el inicio de un proyecto tan significativo.
El ambiente laboral en AHMSA era "bueno, sabroso", comenta Don José Luis. "Nunca hubo dificultades serias, y tuve jefes de los que aprendí mucho". Se comprometió tanto con su trabajo que a veces relevaba a sus jefes en turnos.
Hoy, AHMSA enfrenta una de sus peores crisis, señala que es una lástima ver la infraestructura detenida cuando tiene tanto potencial, lamenta Don José Luis, el Alto Horno 5, que una vez produjo en grandes cantidades, ahora está apagado, reflejando la incertidumbre de miles de obreros.
Con una mente lúcida, Don José Luis propone soluciones. "Debería haber un arreglo entre los antiguos jefes, especialmente con Alonso Ancira. Cuando AHMSA estaba en manos del gobierno, todo iba bien, pero los cambios y la venta de la empresa trajeron problemas. Ancira es culpable de la mala administración. Deberían quitarle todo y no hacer responsables a los trabajadores que entregaron su vida a la empresa, como yo."
Don José Luis también hace un llamado al Gobierno Federal. "Deberían ayudar a mantener esta empresa, tal vez condonando pagos a nuevos propietarios para atraer interesados y salvarla".
A pesar de la adversidad, Don José Luis mantiene su espíritu obrero. "Si tuviera la oportunidad, volvería a trabajar en AHMSA. Gracias a ese empleo, pude criar a mis tres hijos y construir esta casa. Es triste ver lo que está pasando hoy."
Con nostalgia y esperanza, Don José Luis González Hernández anhela un futuro en el que AHMSA recupere su grandeza, recordando los días en los que el fuego del Alto Horno 5 encendía no solo el acero, sino también los sueños de miles de trabajadores.