Entre llantos desolados y un ambiente cargado de tristeza, familiares y amigos despidieron a Miguel Salas, conocido como "El Cuate", en su última morada en el camposanto del sector Estancias de Santa Anna.
Miguel fue reportado como desaparecido el pasado 9 de diciembre de 2024, y tras más de un mes de incertidumbre, su cuerpo fue localizado sin vida. El hallazgo puso fin a la angustia de sus seres queridos, aunque no al dolor de su pérdida, el cual quedó reflejado durante su emotivo funeral.
Antes de llegar al cementerio, el féretro de Miguel realizó un último recorrido por su colonia, un gesto simbólico que permitió a los vecinos y amigos despedirse de quien fuera una figura querida en su comunidad. Las calles se llenaron de lágrimas, oraciones y recuerdos compartidos, mientras sus allegados caminaban junto al ataúd entre aplausos y lágrimas, mostrando respeto y cariño.
"Era un hombre noble, siempre ayudaba a los demás. No hay palabras para describir lo que sentimos", expresó uno de sus amigos más cercanos mientras observaba el paso del cortejo.
Al llegar al cementerio, el ambiente de duelo se intensificó. Entre flores, abrazos y palabras de consuelo, el ataúd descendió lentamente mientras los gritos desgarradores de sus hijas rompían el silencio. "Porque mi papá...", repetían con dolor, reflejando la herida profunda que deja su partida.
La despedida de Miguel Salas marca el final de una búsqueda que dejó una huella imborrable en su familia y su comunidad. En su última morada, "El Cuate" fue acompañado por el amor de quienes lo recordarán siempre como un hombre trabajador, alegre y dispuesto a extender su mano a quien lo necesitara.