Mario N amenazó a su madre con matarla el día de su cumpleaños, lo intentó pero por fortuna no lo logró. Frente a la juez, un Agente del Ministerio Público le daba a conocer los hechos por los que se le acusa, él respiraba profundo, se tomaba la cabeza y la movía negándose a creer lo que hizo bajo los efectos de las drogas.
Era su tercer día preso, vestía la misma ropa que traía cuando los policías de Seguridad Pública en Frontera lo detuvieron, una playera de resaque color azul marino, short y tenis rojos.
Nadie fue a verlo, a diferencia del resto de sus compañeros de celda, Mario no había recibido alimentos, agua, ropa limpia, tal vez los guardias le compartieron algo en alguna ocasión, pero ningún familiar se preocupó por él y no era para menos después de lo que hizo.
Su defensora pública la licenciada Lluvia Ramírez le explicaba en qué consistía la primera audiencia, le dijo que era importante no declarar por el momento, le mencionó que había salidas alternas, un procedimiento abreviado, pero Mario no entendía nada, “No le entiendo”, la licenciada nuevamente le explicó lo que ocurriría en la
audiencia.
“¿Mi padre fue quien presentó los cargos?”, le preguntó Mario a su defensa, su rostro reflejaba confusión, estaba sentado frente a la juez de control, Liliana López que enseguida le pidió que pusiera atención al Ministerio Público, Alejandro Ríos.
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“Usted es acusado por el delito de feminicidio en grado de tentativa”, Mario volvía a mostrarse arrepentido de lo que hizo, solo de escuchar que su víctima fue la mujer que le dio la vida, respiraba profundamente y soltaba el aire mientras que uno de los custodios le decía con señas que guardarla la calma, que se tranquilizara.
Fue la madrugada del 22 de julio, para ser exactos eran las 3:40 de la mañana cuando ocurrió la tragedia en la privada Gabriel Calzada de la colonia Guadalupe Borjas en Frontera.
Mario traía en manos unas tijeras con mango de color negro cuando ingresó a la recámara de su madre, ella estaba dormida cuando él la atacó, la primera herida fue en el cuello, luego en la mejilla izquierda, otra en el pómulo izquierdo y la última de 15cm en el pómulo derecho.
Ella intentó en todo momento quitárselo de encima, logró salir de la vivienda, pero él la siguió, ella gritaba, pedía ayuda desesperadamente, su vecino Porfirio Quiñones se percató de que algo andaba mal y valientemente se acercó, tomó un objeto y golpeó a Mario en la cabeza, eso hizo que retrocediera y soltara a su mamá.
Imelda logró ingresar a la vivienda de su vecina Genoveva y fue ahí donde se realizó el reporte de auxilio a una ambulancia y a Seguridad Pública que afortunadamente llegó a tiempo, haciendo la detención de Mario a las 3:55am y encontrando el arma blanca en el interior de la vivienda, estaba sobre un mueble de madera. El hombre fue consignado al Ministerio Público unas horas después y la tarde del sábado lo presentaron ante el juez para pedir que se le vinculara a proceso.
Se le dio la posibilidad de rendir alguna declaración, pero asesorado por su abogada señaló “En este momento no”, por lo que la juez determinó su vinculación a proceso y estableció la duplicidad de término constitucional de 144 horas en las que el imputado podrá recabar pruebas para demostrar su inocencia, tal y como lo establece la ley.
La audiencia se retomará el próximo jueves 29 de julio a las 11:00 horas, por lo pronto Mario quedó bajo la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, al principio se le mencionó que estaría en las celdas del C4, pero su defensa mencionó que el imputado no tiene quién le de alimento, agua ni ropa limpia, pidió que lo trasladara al Cereso de Saltillo, petición autorizada.
En su declaración Imelda señaló que cuando recibió las dos primeras heridas ella le preguntó a su hijo ¿Por qué la había lastimado? mientras corría al exterior de la vivienda, su hijo la siguió para herirla nuevamente, fue entonces que salió su vecino Porfirio y lo golpeó.
Además señaló que días antes, su hijo la había amenazado con matarla el día de su cumpleaños, que fue el 22 de julio, él le dijo que luego de matarla a ella, se mataría él, pero no le tomó importancia a la amenaza y reconoció que él tiene problemas con las drogas, al finalizar su declaración pidió que no lo dejaran libre porque tenía mucho miedo.
Imelda sigue hospitalizada en Especialidades de Monclova, una de las heridas le causó una parálisis facial, está bajo el cuidado de una de sus hijas y más familiares.
El Ministerio Público tiene declaración de los vecinos que ayudaron a Imelda, de los elementos de Seguridad Pública y de algunos otros familiares como una hija, el esposo, una prima y más personas, que quieren ver a Mario en prisión.