Monclova; Coah.-Lo que comenzó como una curiosa travesura infantil ya es tema serio en las mesas educativas. Tras la publicación de la nota que reveló cómo estudiantes de escuelas al sur de Monclova están introduciendo y vendiendo comida chatarra pese a la prohibición oficial, el titular de Servicios Educativos en la región, Abraham González, rompió el silencio. Y lo hizo con una sonrisa cautelosa: "El mercado negro ahora en las escuelas... lo digo con mucho respeto".
El funcionario no negó el fenómeno; al contrario, lo reconoció con un tono entre preocupado y comprensivo. "A veces son oportunidades, y lo digo con respeto a los padres de familia, de que los niños sean emprendedores... aunque no es la manera", declaró. González admitió que los menores están identificando un "área de oportunidad" para ganarse algunos pesos, aunque sea rompiendo las reglas.
Pero más allá de lo curioso que puede ser, el llamado fue claro: "Pedimos a los padres: ayúdenos. Hay que seguir las leyes". Desde Servicios Educativos se está buscando reforzar los mensajes dentro de las escuelas y trabajar más de cerca con las familias para evitar que estos "mini comerciantes" sigan operando bajo las mochilas. "No se trata de castigar, sino de formar. Los niños están aprendiendo, pero toca encauzar ese talento hacia algo positivo", añadió el funcionario.
La realidad ha superado la intención original de la ley. Hoy, la cruzada contra la comida chatarra en las escuelas enfrenta un nuevo reto: niños con mentalidad empresarial, listos para saltarse las normas.