A sus 62 años, doña Marisela Gutiérrez se ha unido al movimiento de ex obreros de AHMSA en busca de justicia por el finiquito que por derecho le correspondía a su fallecido esposo, José Ramón López Martínez.
Él trabajó durante 38 años en la planta 2 de AHMSA, en el área de Colada Continua, hasta su muerte por cáncer de estómago hace dos años y medio.
El dolor por la pérdida de su esposo se suma al sufrimiento de no contar con este sustento económico que debería haber recibido por la dedicación y sacrificio de José Ramón durante tantos años en la empresa.
Marisela, al igual que muchas viudas de trabajadores que se encuentran en una situación similar, se ve obligada a pelear lo que por ley le correspondía a su marido, cuya vida fue truncada antes de ver cumplidas las promesas que la empresa hizo a sus empleados.
"Fueron muchos años de sacrificio, de esfuerzo, para que todo quede en nada, eso no es justo", expresó doña Marisela, quien participó el día de ayer en la asamblea semanal organizada por la base obrera, un encuentro que se lleva a cabo cada miércoles en la plaza principal.
Recuerda a su esposo como un hombre comprometido con su trabajo, alguien que nunca faltaba a su jornada laboral, sin importar el frío, el calor extremo o incluso su estado de salud.
"José Ramón siempre cumplió con su jornada, a pesar de todo, y ahora nosotros nos encontramos con las manos vacías, luchando por lo que se le debe", dijo con firmeza.
A lo largo de su participación en las asambleas, ha recibido información que indica que, a pesar de que existe dinero para pagar el finiquito de los trabajadores, la empresa se niega a liberar esos fondos. A pesar de la frustración, mantiene la esperanza de que se haga justicia.
"Si nos unimos y hacemos fuerza, la empresa puede reactivarse y nos pueden pagar lo que nos deben. No debemos estar solos en esto, debemos apoyarnos entre todos", agregó.
