“Yo no quería ir, yo sentía algo en mi corazón, porque tuve que ir”, es lamentó de Kareny minutos después de un accidente, una madre que perdió un hijo de 4 años y no ha podido vivir su duelo, porque esta grave y sedada para que pueda recuperar sus heridas físicas, después de todo quien quisiera despertar en una nueva realidad donde el dolor le consuma el alma y corazón ya que la vida de su otro hijo de 5 meses también pende de un hilo.
Él es Arturito, quien perdió la vida en el accidente de manera instantánea.
Es la tragedia de una familia que venía de Monterrey a ciudad Frontera a festejar al abuelo que cumpliría ayer 80 años, y ayer mismo perdió la vida al no soportar las lesiones, el festejo se convirtió en luto, en dolor; la camioneta en la que viajaban le estalló un neumático y después de muchas volteretas, ya nada fue lo mismo.
Dicen que el dolor de perder un hijo no tiene nombre, es indescriptible, nadie debería de vivirlo. A está mujer a uno la volcadura lo arrancó de sus brazos y no pudo despedirse y el que aún vive el bebé Rafael de 5 meses, se aferra impresionantemente a la vida, como si supiera que en el pecho de su madre ya no cabría más dolor.
Sin duda que los médicos viven muchos casos que los marcan, pero para el médico que le tocó atender a este bebé de cinco meses, con traumatismo craneoencefálico; su rostro reflejó una angustia y dolor como nunca, así lo platican trabajadores de la salud que atendieron a la familia cuando llegó en ambulancia.
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Martín un amigo papá como le llamaban, también falleció.
La volcadura ocurrió la tarde del pasado miércoles sobre la carretera federal 53, en el kilómetro 149, ahí una mujer Rosario de 60 años y un pequeño, Arturo, de 4 años, salieron disparados y murieron en el lugar instantáneamente ya que la camioneta les cayó encima, abuela y nieto.
Minutos después de la volcadura, falleció llegando al hospital Martín, amigo de la familia, y el pasado jueves, perdió la vida Humberto Guevara, a quien celebrarían ya que ayer cumpliría 80 años.
El bebé fue trasladado la mañana de ayer a la clínica 25 de Monterrey, su estado de salud es crítico pero estable, su madre Kareny, también está grave la tarde de ayer sería también trasladada a la ciudad de las montañas, se encuentra sedada, desconoce la realidad, esperan que se recupere pronto.
Doña Rosario, quien falleció de manera inmediata, cargando el bebé Rafael quien se debate entre la vida y la muerte.
En Nuevo León, el resto de los familiares, recibieron los cuerpos para darles cristiana sepultura. “Si perder a un ser querido duele…imagínense perder a 4 de golpe mi mami siempre me dijo que Dios les da las pruebas más difíciles solo a quien puede superarlas y sinceramente no sé si pueda, pero le ando echando chin.. de ganas!!! Abrazo y besos hasta el cielo mamita!!! Te llevaste a tus 3 preocupaciones a mi abuelo a mi buen Maytin y a mi atudito pelo duro que sé que va delante de usteses abriéndoles las puertas del cielo…mi hermoso sobrino”, (sic).
Es la escritura de un joven que perdió a su mamá, a su sobrino, a su abuelo y a su papá Martin como le llamaban, mientras que el papá del pequeño Arturo, solo pide oraciones por quienes ya partieron al cielo, incluido su hijo, y plegarías que para Dios interceda por su mujer y su bebe de cinco meses.
Hoy, los tramites no han dejado asimilar la tragedia para los familiares que se quedaron, por ahora necesitan de su apoyo para realizar el servicio fúnebre de las cuatro personas que fallecieron; el número de cuenta es 42 13 16 61 24 68 64 31, banco HSBC.