San Carlos, Sonora — 22 de julio de 2025 — El cantante de corridos tumbados Natanael Cano se encuentra en el centro de una nueva polémica tras ser captado estacionando su lujoso Lamborghini Huracán STO en un espacio exclusivo para personas con discapacidad. El video del incidente, grabado en un estacionamiento de una tienda de conveniencia en San Carlos, Sonora, circula con rapidez en plataformas como X, donde las críticas hacia el artista no se hicieron espera.
En la grabación se observa al cantante descendiendo del vehículo acompañado de escoltas y una mujer. El automóvil ocupa completamente el espacio reservado, marcado claramente con pintura azul y señalética de accesibilidad. Usuarios en redes calificaron el acto como un gesto de "falta de conciencia y prepotencia", cuestionando la ética del intérprete y su responsabilidad como figura pública.
La reacción del público se expresó a través de comentarios que demandaban una multa y reprochaban que figuras mediáticas utilicen privilegios impropios: "El dinero no es sustituto de una buena educación" y "muévelo, puede ocuparlo alguien que sí lo necesite" fueron algunas de las frases compartidas en redes.
Legalmente, la ocupación indebida de esos espacios puede resultar en una sanción económica. En Sonora, las multas por estas infracciones oscilan entre 20 y 30 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización, lo que equivale a un rango de 2 262 a 3 394 pesos, sin considerar costos adicionales por grúa o remolque.
El incidente da continuidad a una serie de controversias en las que ha estado involucrado Natanael Cano. En 2023 enfrentó multas en Chihuahua por promover la apología de la violencia en sus corridos y ha sido vinculado a procesos legales por intentos de soborno en Hermosillo. Pese a su talento y popularidad, estas situaciones han empañado su imagen pública.
Hasta el momento el cantante no ha ofrecido una disculpa ni aclarado su postura frente a la controversia. Su silencio ha sido cuestionado por seguidores y críticos, quienes esperan una respuesta ante lo que consideran un acto de falta de respeto hacia la comunidad con discapacidad.
El caso de Natanael Cano reaviva el debate sobre la responsabilidad social de las figuras públicas y el respeto a normas cívicas esenciales para la convivencia. La polémica también pone en evidencia cómo las redes sociales actúan como catalizadoras de indignación colectiva frente a conductas que contradicen valores de equidad y consideración social.