Este domingo, Taylor Swift acaparó nuevamente la atención al llegar al Arrowhead Stadium para apoyar a su novio, Travis Kelce, y a los Kansas City Chiefs en la final de la Conferencia Americana de la NFL contra los Buffalo Bills, en la lucha por un boleto al Super Bowl LIX.
La cantante, siempre impecable en sus elecciones de moda, lució un gorro LV Spark y una chaqueta de punto Jacquard Monogram de Louis Vuitton, combinados con una minifalda negra, medias rojas y botines negros, haciendo un guiño a los colores de los Chiefs. Llegó acompañada por su familia: su padre, Scott, con una chaqueta roja deportiva; su madre, Andrea, con un elegante abrigo rojo; y su hermano, quien optó por un abrigo negro. Con su característico carisma, lanzó besos y saludó a los fanáticos que la ovacionaron a su paso hacia el palco.
Swift se ha convertido en una figura recurrente en los partidos de los Chiefs desde septiembre de 2023, cuando inició su relación con Travis Kelce, uno de los mejores alas cerradas de la NFL. Su presencia no solo aporta emoción en el estadio, sino que también ha impactado significativamente en el ámbito económico y mediático. Según datos de Apex Marketing Group, la relación entre la intérprete de "Blank Space" y Kelce ha generado ganancias superiores a los 331 millones de dólares para la NFL y los Chiefs, además de incrementar la base de seguidores del equipo en un 30-40 %.
La conexión entre Swift y los Chiefs quedó inmortalizada en febrero de 2024, cuando celebró en el campo el triunfo del Super Bowl LVIII sobre los San Francisco 49ers. Durante la celebración, selló el momento con un apasionado beso a Kelce, mientras los papeles de colores caían sobre ellos.
La relación entre la estrella del pop y el ala cerrada no solo ha reforzado el impacto de la NFL entre audiencias más jóvenes, sino que también ha creado una narrativa que fusiona el mundo del deporte con el entretenimiento, atrayendo la atención de millones de fanáticos de ambos ámbitos.
La asistencia de Swift a los partidos ha trascendido el deporte, convirtiéndola en un icono en los estadios y en una pieza clave del fenómeno cultural que rodea a los Kansas City Chiefs.