Un total de 3 ciudadanos perecieron durante una explosión, registrada en una mezquita de la provincia de Nangarhar. Este lugar, se convirtió en el epicentro de una ola de violencia entre talibanes y sus rivales de la organización Estado Islámico (EI); según fuentes del Gobierno, la explosión se produjo “durante la oración dentro de una mezquita en el distrito de Spin Ghar y por el momento, no se reivindicó el atentado”.
“Tenemos 3 muertos y 15 heridos”, dijo un médico del hospital local; entre los lesionados figura el imán de la mezquita.
La bomba estaba escondida en un altavoz situado cerca del religioso, declaró Walli Mohammed, un residente del barrio; la carga estalló cuando se encendió el altavoz para iniciar la oración. La explosión se produjo en las afueras de Jalalabad, ciudad al este de Afganistán y cercana a la frontera con Pakistán, que se volvió un bastión de la rama afgana del grupo yihadista EI, conocida como EI-K.
En esta provincia, se informó en las últimas semanas de una serie de asesinatos, atribuidos a conflictos entre talibanes y combatientes del EI-K; desde que tomaron el poder, los afganos hicieron de la seguridad su prioridad tras 20 años de guerra: estuvieron frente a una ola de sangrientos atentados perpetrados por EI.
