En medio de la contienda electoral por la presidencia de Estados Unidos, la noticia de que Elon Musk podría perder su ciudadanía estadounidense ha causado gran revuelo. El multimillonario y propietario de Tesla y X (anteriormente Twitter) es uno de los principales simpatizantes del candidato republicano Donald Trump, y sus generosas donaciones, estimadas en más de 100 millones de dólares, han impulsado considerablemente la campaña del expresidente. Sin embargo, una investigación reciente del Washington Post señala que Musk podría enfrentar un proceso de deportación debido a irregularidades en su estatus migratorio.
La causa de la posible pérdida de ciudadanía
El Washington Post ha revelado que Musk podría haber mentido en el proceso para obtener su residencia y ciudadanía en Estados Unidos. El empresario llegó a California en los años 90 para ingresar a un programa de posgrado en Stanford, pero en lugar de continuar con sus estudios, decidió abandonar el programa y cofundar su primera empresa, Zip2, junto a su hermano Kimbal Musk. Dado que las visas de estudiante no permiten trabajar a tiempo completo fuera del campus, esto podría haber violado las leyes de inmigración.
Kimbal Musk, en entrevista con el Washington Post, confirmó que ambos hermanos inicialmente trabajaron en Zip2 sin un estatus migratorio adecuado, en una situación de "inmigrantes ilegales." Esta afirmación fue respaldada por Derek Proudian, miembro del consejo de Zip2, quien mencionó que era de conocimiento general que los Musk no contaban con los permisos legales necesarios para trabajar. De acuerdo con expertos en inmigración, si Musk efectivamente mintió o cometió fraude en el proceso de obtención de ciudadanía, el gobierno estadounidense podría revocar su ciudadanía bajo las leyes actuales.
¿Cómo afectaría este proceso a Musk y su imperio?
Si el proceso en contra de Musk progresa, las consecuencias legales podrían ser significativas. La posibilidad de perder su ciudadanía no solo afectaría su permanencia en el país, sino también su control sobre Tesla, SpaceX y sus otras empresas en Estados Unidos, ya que estas están sujetas a regulaciones federales estrictas sobre propiedad y control extranjero, especialmente en el sector aeroespacial. Las acciones de Tesla y otras empresas de Musk han mostrado una ligera volatilidad desde que la noticia salió a la luz, y aunque el efecto inmediato ha sido moderado, los analistas de Wall Street advierten que la situación legal de Musk podría afectar la estabilidad de estas compañías a largo plazo.
El apoyo a Donald Trump y la reacción pública
Musk, quien en los últimos años se ha mostrado abiertamente conservador y partidario de Trump, se ha convertido en una figura divisiva en la política estadounidense. Su apoyo financiero a la campaña de Trump, sumado a la controversia por la posible pérdida de ciudadanía, ha generado un fuerte debate en las redes sociales y entre figuras políticas. Los partidarios de Trump han expresado su solidaridad con Musk, mientras que otros críticos han señalado la aparente "ironía" de la situación, dada la postura antiinmigración del expresidente.
El empresario ha defendido sus decisiones argumentando que su contribución a la economía estadounidense y sus inversiones en tecnología han beneficiado al país de manera significativa. No obstante, la investigación del Washington Post también ha abierto un espacio para cuestionar el papel de Musk y su creciente influencia en la política y economía estadounidense, especialmente considerando sus recientes enfrentamientos con organismos reguladores y su papel en la difusión de información y opinión a través de X.
El impacto en la recta final de las elecciones
El caso de Musk ha cobrado relevancia en un momento crítico, ya que las elecciones presidenciales de 2024 se encuentran a tan solo días de llevarse a cabo. Si bien las autoridades no han anunciado aún un proceso formal en su contra, la investigación y sus implicaciones podrían influir en la percepción pública sobre el apoyo de Musk a Trump. La situación también subraya el papel del Washington Post y otros medios que buscan cuestionar la legitimidad de los grandes contribuyentes políticos, y especialmente de figuras tan polarizantes como Musk.
Por el momento, la situación legal de Musk sigue siendo incierta, pero expertos advierten que si el Departamento de Justicia decide tomar medidas en su contra, podría convertirse en un proceso prolongado y polémico. Además, el caso podría sentar un precedente para otras figuras públicas que intenten obtener o mantener su ciudadanía en situaciones de cuestionable cumplimiento de la ley.
Mientras tanto, el multimillonario continúa operando con normalidad, sin pronunciarse directamente sobre las acusaciones. Su silencio, no obstante, no ha evitado que se intensifiquen las especulaciones sobre el futuro de sus empresas y su influencia en la política estadounidense. Las próximas semanas serán determinantes tanto para Musk como para el clima electoral en Estados Unidos.