Francia rindió homenaje este viernes a las 130 víctimas de los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, en una jornada solemne en la que el primer ministro Jean Castex recorrió los seis lugares atacados por comandos yihadistas.
La noche del
13 de noviembre de 2015, nueve hombres sembraron el terror en varios puntos de la capital francesa y su suburbio Saint-Denis,
dejando 130 muertos y más de 350 heridos.
Como cada año, las
conmemoraciones de estos ataques reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI) comenzaron frente al Estadio de Francia, el primero de los seis lugares atacados, donde el primer ministro depositó una corona de flores y guardó un minuto de silencio.
Siguiendo el orden cronológico de los
ataques, Castex, acompañado de la alcaldesa de París y otros funcionarios locales, repitió el mismo ritual frente a los bares, restaurantes y a la sala de conciertos Bataclan, donde los yihadistas mataron indiscriminadamente.
Debido a las estrictas restricciones por el coronavirus, se tuvo que limitar el número de personas presentes en las conmemoraciones.
A diferencia de los otros años, no está previsto ningún evento que reúna a los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de los ataques.
Hoy mis pensamientos van a las familias", declaró el canciller francés, Jean-Yves Le Drian, en una entrevista con la cadena BFM. El terrorismo sigue siendo "una amenaza mayor" para Francia y sus "valores", añadió Le Drian.
Los atentados del
13 de noviembre de 2015 fueron los más mortíferos cometidos en Francia y los
primeros a manos de suicidas.
Cinco años después, la alerta terrorista en el país está nuevamente en su máximo nivel tras los recientes atentados, incluyendo el
asesinato del profesor Samuel Paty y un ataque con cuchillo en una iglesia en Niza (sureste).