GINEBRA (AP) — Por primera vez en su historia en Medio Oriente, la ONU declaró oficialmente un estado de hambruna en la Franja de Gaza, alertando que más de 500 000 personas enfrentan actualmente niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, una situación respaldada por múltiples agencias humanitarias del sistema integrador IPC (Integrated Food Security Phase Classification).
El secretario general, António Guterres, calificó esta situación como "un desastre provocado por el hombre" y una grave "falla de la humanidad". El coordinador humanitario de la ONU, Tom Fletcher, responsabilizó a Israel por obstaculizar sistemáticamente la entrada de ayuda vital.
El informe del IPC, basado en datos recopilados entre el 1 de julio y el 15 de agosto, confirma que Gaza ha alcanzado la Fase 5, el nivel más grave, marcado por inanición, desnutrición severa y mortalidad relacionada, particularmente entre menores. Se estima que, sin intervenciones urgentes y un alto al fuego inmediato, el número de afectados podría elevarse a 640 000 para finales de septiembre.
Israel, por su parte, rechazó la declaración, calificándola de "mentira descarada" y atribuyéndola a desinformación tendenciosa, mientras sostiene que permite el ingreso de ayuda al enclave.
La declaración de hambruna aumenta la presión internacional para garantizar el acceso humanitario sin restricciones y exigir un cese inmediato del conflicto. Las agencias alertan que, de no actuar, la crisis avanzará hacia una catástrofe de dimensiones mayores.