"Con amor, dedico mi maestría a mis padres. Su sacrificio por venir a este país para darnos un mejor futuro sí valió la pena”, escribió la joven.
Si bien Erica Alfaro nació en Fresno, California, recuerda que debía cruzar cada día la frontera para asistir a la escuela debido a que vivía en Tijuana, hasta que a los 13 años se mudó a Oceanside junto a su familia en un apartamento de una habitación donde habitaban 11 personas.
Años de trabajo duro y esfuerzo invirtieron sus padres, quienes nunca pudieron asistir a una escuela, para que su hija tuviera una vida diferente.
Nacidos en Oaxaca y de origen mixteco, Teresa Herrera, de 51 años, y Claudio Alfaro, de 50, relatan que se conocieron en Estados Unidos después de haber emigrado por separado.
Erica Alfaro, su orgullosa hija, posa junto a sus padres en el campo, recordando el origen de los frutos del hoy, y esperando que su situación sea una fuente de inspiración para los miembros de la comunidad latina que viven una situación como fue la suya.