Un ciudadano al que los especialistas declararon como muerto, “resucitó” en la morgue cuando un médico comenzaba el proceso para embalsamarlo. El hecho causó tanta impresión a los encargados como a la familia del individuo y la noticia se regó rápidamente.
Resulta que Peter Kigen, de 32 años, sufría problemas crónicos de salud y un día se desmayó en su casa e inmediatamente fue trasladado por su hermano a un hospital. Allí fue atendido y declarado muerto.
“Una enfermera me dijo que había fallecido mucho antes de que llegáramos al hospital”, contó el hermano.
Más tarde, el “fallecido” fue trasladado a la morgue, donde su cuerpo iba a ser embalsamado.
Cuando uno de los doctores encargados del proceso realizó una incisión en una pierna, este abrió los ojos y empezó a moverse, dejando estupefactos a los empleados del lugar.
“Ni siquiera sabía dónde estaba cuando recuperé la conciencia, pero le agradezco a Dios por salvarme. Le voy a servir por el resto de mi vida”, confesó posteriormente Kigen.
Posteriormente, los médicos de inmediato trasladaron al hombre a un hospital en donde tras 3 horas, los médicos lograron estabilizarlo.
Después del acontecimiento, uno de los médicos del hospital, Gilbert Cheruiyot, culpó por el incidente a los familiares de Kigen, que según sus palabras, pidieron retirar el cuerpo del hospital lo más rápido posible sin recibir el certificado de defunción.