Elon Musk ha causado revuelo no solo por sus innovaciones tecnológicas, también por escándalos que le han dado fama y cierto poder. Esta vez, el millonario está acusado de presionar a los accionistas de Tesla a adquirir SolarCity, una empresa de paneles solares que fue fundada por sus familiares y de la cual, Elon era accionista.
En la primera sesión, de un juicio de dos semanas, comenzó este lunes, donde Elon declaró que no le es grato ser director ejecutivo de Tesla, pero se mantiene como líder, para evitar que la compañía decaiga. Esto tras la denuncia por parte del personal de fondos de inversiones sindicales y los administradores de activos.
Ocho años después del ascenso de Elon Musk, como director creativo de una de las marcas de autos más importantes en la industria, por los avances tecnológicos, Tesla adquirió por dos mil 600 millones de dólares a SolarCity; al mismo tiempo que recortó a casi el 20 por ciento de los empleados de la empresa.
De acuerdo con lo mencionado por el ingeniero sudafricano, la compra de SolarCity fue avalada por los miembros de la junta de la compañía con el fin de implementar un plan maestro que consiste en integrar la energía solar en los autos eléctricos.
Sin embargo, los miembros del fondo de inversiones sindicales y los administradores de activos exigen el reembolso del dinero y las ganancias que hayan surgido de dicha transacción, debido a que Elon influyó en la compra para recuperar el dinero invertido en la empresa de paneles solares, pues tenía el 22 por ciento de las acciones tanto de Tesla, como de la compañía de paneles solares.
Compra de SolarCity, control o gestiónSolarCity es una empresa creada, en el 2006, por los hermanos Lyndon y Peter Reeve, primos de Elon Musk. La organización desarrolla energía eléctrica sustentable, a partir del sol. La instalación de paneles en hogares permite el ahorro económico en servicios. De igual forma, tiene un sistema Powerall, para almacenar energía eléctrica y utilizarla en la noche o durante los apagones.
En el año 2016, la startup de más de 15 mil empleados comenzó a tener problemas financieros, debido a un decrecimiento en las ventas, después de haber sido una de las organizaciones primerizas con mayores ingresos en el 2015, por ofrecer energía limpia. No obstante, fue salvada de la bancarrota, por la fusión con Tesla.
Si los jueces fallan en contra del director ejecutivo, al considerar que controló las decisiones para adquirir una empresa que benefició a sus proyectos personales, más que un gestionar un plan objetivo, el valor de Tesla podría descender incluso más que cuando adquirió a SolarCity, cuyas acciones bajaron más del 11 por ciento.
