Rio Grande, Puerto Rico.- Las palabras de un joven de 27 años, al llegar a su casa después de una larga borrachera y atropellar a un abuelito en el camino, fueron: “mami, maté a alguien”.
Se trató de Julio “N”, joven originario de Puerto Rico que conducía su automóvil borracho y le quitó la vida a un anciano en las calles del municipio de Rio Grande.
Lo más aterrador de la historia, es que la víctima terminó desmembrada y adentro del propio auto del joven quien, producto de la borrachera, no se dio cuenta hasta que llegó a su vivienda y le confesó el accidente a su madre.
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“El peatón salió expulsado, penetró el cristal delantero y cayó sobre el asiento del copiloto”, comentó el Jefe de Tránsito de la Policía de Puerto Rico.
En diversas declaraciones, el joven confesó el crimen a su mamá y ella, lo corroboró al ver el cuerpo dentro de carro.
Ahora, el varón enfrenta un proceso judicial con el que podría pasar varios años en la cárcel y está obligado a pagar una gran indemnización de dinero a la familia del fallecido, por todos los daños causados.