El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado su postura de que las empresas automotrices deben construir sus productos en territorio estadounidense, expresando su rechazo a la importación de vehículos desde México y Canadá. Durante una conferencia en la Casa Blanca, acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, Trump declaró: "No quiero autos de Canadá o México (...) Quiero que las empresas automotrices construyan aquí".
El mandatario mencionó que "4 billones de dólares están llegando de las compañías automotrices. Iban a estar en México o Canadá, y ahora construyen aquí". Añadió que anteriormente las plantas se construían en México, con la intención de vender los vehículos en Estados Unidos, lo que resultaba en desempleo y fábricas vacías en el país. Trump enfatizó que "esos días se acabaron".
El presidente también destacó que Honda está construyendo una planta en Indiana, calificándolo como "un gran estado y un lugar muy inteligente para construir". Señaló que numerosas compañías automotrices están estableciéndose en Estados Unidos, reflejando un cambio en la industria hacia la producción nacional.
En relación con las políticas arancelarias, Trump anunció previamente su intención de imponer aranceles recíprocos a partir del 2 de abril, sin excepciones, aunque reconoció que podría haber cierta flexibilidad al respecto. El presidente explicó que la imposición de estos gravámenes es un proceso justo y que "imponemos lo que nos impongan".
Por otro lado, Trump anunció un programa para desarrollar el avión de combate de sexta generación, denominado F-47, que será fabricado por Boeing. Este proyecto busca reforzar la capacidad militar de Estados Unidos y mantener su ventaja tecnológica en el ámbito de la defensa.
Estas medidas reflejan la agenda de la administración Trump para promover la producción nacional y fortalecer la economía interna, al tiempo que busca mantener la competitividad de Estados Unidos en el sector de la defensa.
