Estados Unidos (AP) - Un hombre de Carolina del Sur fue condenado a pena muerte por matar a sus cinco hijos con sus propias manos.
Después de que murieron, él condujo con sus cuerpos durante nueve días antes de tirarlos en bolsas de basura al lado de un camino de tierra de Alabama.
Timothy Jones Jr. no mostró gestp alguno cuando el jurado emitió el veredicto de pena de muerte.
Lo encontraron culpable de cinco cargos de asesinato, la semana pasada, por las muertes de sus hijos, de 1, 3, 4, 7 y 8 años, en su hogar de Lexington en agosto de 2014.
El abogado Rick Hubbard dijo en su último alegato el jueves que si algún jurado dudaba si Timothy merecía la pena de muerte, debería considerar las cinco bolsas de basura donde arrojó los cuerpos de sus hijos.
El padre de Timothy bajó la cabeza cuando se leyó el veredicto y otros miembros de la familia comnazron a llorar.
"No se mostró misericordia a los niños, pero se hizo justicia en este caso".
Sin inyección letal
Jones es la segunda persona enviada al corredor de la muerte de Carolina del Sur en cinco años.
Pero el estado no ha ejecutado a nadie desde 2011 y carece de los medicamentos para llevar a cabo la inyección letal, por lo que morirá en la silla eléctrica.
Cuando su esposa lo dejó por el vecino, el hombre no soportó la situación y lleno de coraje decidió matar a los niños.
Había matado a su hijo Nahtahn, de 6 años de edad, obligándolo a seis horas de ejercicios sin parar.
Durante las siguientes horas, Jones fue a comprar cigarrillos, se llevó a su hija mayor para que no pidiera ayuda y dejó a los otros tres niños con el cuerpo de su hermano.
Luego regresó y estranguló a los otros cuatro niños con las manos y con un cinturón.
El hombre cargó los cuerpos de los niños en su camioneta y condujo alrededor del sureste de los Estados Unidos durante nueve días antes de tirarlos en cinco bolsas negras de basura en un camino de tierra cerca de Camden, Alabama.
Fue arrestado horas después, luego de que un oficial en un punto de control de tránsito en el condado de Smith, Mississippi, dijo que olía a algo putrefacto y detuvo a Timothy Jones, quien aún permanecía con la ropa ensagrentada, estaba en estado de ebriedad y olía bastante mal.