KERRVILLE, TEXAS. - Acompañado de su esposa Melania, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó este viernes una visita a la devastada comunidad de Kerrville, Texas, para constatar de primera mano la magnitud de la tragedia provocada por la histórica inundación del río Guadalupe, que ha cobrado hasta ahora la vida de al menos 120 personas y dejado 160 más en calidad de desaparecidas.
El mandatario aterrizó en San Antonio a bordo del Air Force One poco después del mediodía, y desde ahí se trasladó por aire y tierra a las zonas afectadas en el condado de Kerr, acompañado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, así como por su equipo de seguridad y personal de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Como parte de la agenda, Trump y su comitiva realizaron un sobrevuelo en helicóptero sobre las zonas más afectadas, donde el río Guadalupe se desbordó de forma abrupta tras una tormenta que, en apenas 45 minutos, provocó un aumento del nivel del agua de más de 8 metros, arrasando cabañas, campamentos y rutas rurales.
Ya en tierra, el presidente recorrió algunos tramos de carretera acompañados de cuerpos de rescate y autoridades locales, antes de reunirse en el Centro de Operaciones de Emergencia de Kerrville para recibir un informe detallado sobre los trabajos de búsqueda, rescate y atención a víctimas.
Durante su trayecto, decenas de residentes se congregaron en las orillas del camino para saludar al mandatario, muchos ondeando banderas estadounidenses y pancartas con peticiones de apoyo federal inmediato.
La tormenta que desató la catástrofe se estacionó sobre la región montañosa de Hill Country durante la madrugada del 4 de julio, descargando lluvias torrenciales que superaron todos los pronósticos y convirtieron el Guadalupe en un torrente fuera de control. En el lugar se encontraban cientos de turistas, muchos de ellos provenientes de otras ciudades de Texas y estados vecinos, que celebraban el feriado en contacto con la naturaleza.
Más de 2,000 rescatistas, incluidos efectivos de la Guardia Nacional, equipos K9, buzos y helicópteros, continúan las labores de rastreo en busca de desaparecidos. Las autoridades han calificado esta como la inundación más destructiva en la historia reciente del estado.