El presidente estadounidense Donald Trump declaró el fin inmediato de todas las negociaciones comerciales con Canadá, tras la implementación por parte de Ottawa de un impuesto digital que afecta a grandes empresas tecnológicas estadounidenses.
Trump calificó la medida canadiense como un "ataque directo y flagrante" contra Estados Unidos y prometió imponer aranceles sobre productos canadienses dentro de los próximos siete días. La decisión fue comunicada a través de su plataforma en redes sociales, donde señaló que dejaría en claro las nuevas tarifas próximamente.
Este anuncio detonó una fuerte reacción en los mercados: los principales índices bursátiles de EE.UU. registraron una caída temporal antes de recuperarse al cierre del día, tras alcanzar máximos históricos.
Canadá, liderado por el primer ministro Mark Carney, ya había aprobado el impuesto digital con efecto retroactivo desde 2022, gravando a empresas como Amazon, Google, Microsoft y Meta. La medida no se pospuso durante las negociaciones, lo que provocó el enfado escrito por Trump.
La ruptura se da en un contexto de tensiones anteriores: en marzo, Trump impuso aranceles de hasta 25 % a bienes canadienses, incluyendo productos lácteos, y Canadá respondió con medidas similares. Esta escalada fue parte de una estrategia comercial más amplia que incluía negociaciones pendientes bajo el tratado USMCA.
La postura de Trump refleja una corriente proteccionista que busca defender a las empresas tecnológicas de su país y presionar por cambios en la política fiscal en Canadá. Sin embargo, podría profundizar la guerra comercial entre ambas naciones, afectar cadenas de suministro regionales y encarecer productos para consumidores de ambos países.
Canadá ya ha advertido que está evaluando su respuesta diplomática y económica, sin descartar represalias. La medida de Trump ha generado incertidumbre entre inversores, aunque algunos analistas creen que la negociación podría retomarse si Ottawa reconsidera el impuesto.
Este marcado quiebre pone en riesgo una relación económica de más de 760 000 millones de dólares anuales en intercambios comerciales. La acción de Trump señala el inicio de un posible nuevo capítulo en la guerra comercial en Norteamérica, con repercusiones globales.
