El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la eliminación de las directrices emitidas por su predecesor, Joe Biden, que limitaban las detenciones federales de inmigrantes en sitios considerados sensibles, como escuelas, hospitales e iglesias. La medida, que ha generado una inmediata reacción de grupos de derechos humanos y defensores de inmigrantes, marca un endurecimiento en las políticas de aplicación de leyes migratorias bajo la nueva administración.
"Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados", declaró el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en un comunicado emitido el martes. El presidente Trump sostuvo que su administración confía en el "sentido común" de las fuerzas del orden, afirmando que no se les atará las manos en su lucha contra la inmigración irregular.
Las directrices eliminadas habían sido instauradas para proteger los derechos de los inmigrantes y evitar que el temor a la deportación disuadiera a personas de acudir a lugares críticos para su bienestar, como hospitales, o para el ejercicio de sus derechos religiosos y educativos. Durante la administración Biden, la política buscó equilibrar la aplicación de la ley con las preocupaciones humanitarias, restringiendo las detenciones a menos que existiera una amenaza inmediata.
El anuncio de Trump ha reavivado el debate sobre el alcance de las leyes migratorias en espacios comunitarios. Defensores de los inmigrantes expresaron su preocupación de que esta política pueda fomentar el miedo y desalentar la búsqueda de atención médica, educación o apoyo religioso entre las comunidades inmigrantes.
Grupos de derechos humanos argumentan que la medida podría tener un impacto negativo en la cohesión social y la seguridad pública, señalando que, al eliminar las zonas seguras, se socavan los lazos de confianza entre las comunidades y las autoridades. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) condenó la acción, calificándola como "una decisión que pone en riesgo a las personas vulnerables y erosiona los principios fundamentales de dignidad y humanidad".
Por otro lado, los partidarios de la política sostienen que las limitaciones previas proporcionaban una cobertura para que algunos inmigrantes evadieran la ley. La nueva directriz, afirman, permitirá a las autoridades actuar de manera más efectiva y rápida para garantizar la seguridad nacional.
El cambio, emblemático de las políticas migratorias de línea dura promovidas por Trump, se espera que intensifique las tensiones políticas y sociales, mientras los inmigrantes y sus familias se enfrentan a una creciente incertidumbre sobre su futuro en los Estados Unidos.
